Durante los últimos días, las portadas de los medios del motor españoles han estado monopolizadas por la presentación del esperado CUPRA Born, el primer coche eléctrico de la marca deportiva de SEAT. El nuevo modelo ha logrado despertar el interés del público no solo por su agresivo diseño exterior y su cuidado habitáculo, sino también por su precio de partida, ligeramente inferior al del Volkswagen ID.3 del que deriva.
Tras veintidós años dando nombre a los modelos más prestacionales de SEAT, en 2018 CUPRA se independizó y se convirtió en una marca separada. Todavía perteneciente a SEAT S.A. (que a su vez es propiedad del Grupo Volkswagen), CUPRA fue creada como una firma complementaria a SEAT con una gama de vehículos de enfoque aspiracional y márgenes de beneficio superiores. De hecho, podríamos considerarla como la materialización del viejo sueño de Volkswagen de convertir a SEAT en su Alfa Romeo particular.
Teniendo en cuenta que CUPRA ha sido concebida como una marca semi-premium a caballo entre Volkswagen y Audi, llama la atención que el Born resulte ligeramente más barato que el ID.3; de hecho, el motivo esgrimido en su momento para no lanzarlo bajo la marca SEAT fue precisamente que no podría venderse más barato que el Volkswagen, cuyos márgenes ya están ajustados al máximo.
Actualmente SEAT dispone de un único modelo eléctrico, el Mii electric, derivado del veterano Mii térmico de 2011. Por lo tanto, en su conjunto SEAT S.A. dispone de dos eléctricos: el SEAT Mii electric y el CUPRA Born. Pero, ¿cuáles serán los futuros lanzamientos eléctricos de la empresa? ¿Cómo afectarán estos planes a sus plantas españolas?
Recientemente CUPRA confirmó que su segundo eléctrico, el Tavascan, llegará al mercado en 2024. Este SUV mediano derivará directamente del inminente Volkswagen ID.5 y se convertirá en una alternativa de corte deportivo y pasional a los ya conocidos Volkswagen ID.4, Skoda Enyaq iV y Audi Q4 e-tron. Su producción tendrá lugar en Zwickau (Alemania), donde también se ensambla el Born.
Aunque todavía no se ha anunciado oficialmente, está previsto que el Grupo Volkswagen fabrique sus coches eléctricos de acceso (segmento B) en España, donde cuenta con dos plantas: Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona). Esta última se encargará de producir un B-SUV equivalente al Arona que, salvo sorpresa, también lucirá los logos de CUPRA. Su llegada a los concesionarios tendrá lugar en 2025.
Wayne Griffiths, director ejecutivo de SEAT, ya hizo mención a este proyecto a principios de año: «CUPRA ayudará a que los coches eléctricos estén disponibles para las masas con un modelo pequeño, y ese es un proyecto en el que estamos trabajando con el Grupo Volkswagen. Este segmento es enorme en Europa y va a electrificarse, y es en el que más difícil es hacerlo.
Electrificarse con modelos como el Porsche Taycan en el extremo superior del mercado es un poco más fácil, pero hacerlo con automóviles pequeños de forma rentable es un desafío. La idea es construir el coche aquí en España. Para que eso suceda, necesitamos la ayuda del gobierno español y de la Comisión Europea para invertir en esta transformación». A finales de este mismo año podría presentarse un adelanto conceptual de este modelo, que compartirá línea de montaje con sendos hermanos de Volkswagen y Skoda, lo que asegurará la continuidad de Landaben y Martorell.
Fuentes internas del Grupo Volkswagen han indicado recientemente a la prensa nacional que CUPRA ya está trabajando en el que se convertirá en su cuarto eléctrico, una berlina mediana que derivará del Volkswagen ID.7. Este automóvil se convertirá en el tope de gama de la marca y ofrecerá autonomías superiores a los 700 km WLTP. Su llegada al mercado se producirá en 2025, y se fabricará en Emden (Alemania).
Todavía no está claro si la marca SEAT recibirá a corto plazo la asignación de algún modelo eléctrico, los cuales por el momento se están yendo a la más rentable CUPRA. Teniendo en cuenta que dentro del binomio SEAT-CUPRA la primera es la encargada de generar volumen y la segunda de incrementar los márgenes de beneficio, es posible que a SEAT se le comiencen a asignar más eléctricos una vez se logren rebajar sus costes.
Durante un tiempo se rumoreó que SEAT, que tiene el perfil de cliente más joven del Grupo Volkswagen, podría llegar incluso a desaparecer como marca en favor de CUPRA; sin embargo, estas informaciones fueron desmentidas por los propios dirigentes de la compañía. Por lo tanto, podríamos deducir que la decisión de priorizar la electrificación de CUPRA frente a SEAT podría deberse a una simple cuestión de rentabilidad e imagen (CUPRA se ha convertido en uno de los estandartes eléctricos del grupo gracias a su presencia en campeonatos como la Pure ETCR y la Extreme E).
Esta firme apuesta por la marca CUPRA contrasta sin embargo con la paulatina pérdida de influencia de SEAT S.A. dentro del Grupo Volkswagen. El año pasado la empresa española perdió tanto el desarrollo de la plataforma MEB Lite para los coches eléctricos de acceso del grupo como el liderazgo de la joint-venture de Volkswagen con JAC, que habría supuesto su regreso al mercado chino a través de la marca SOL.
Tampoco podemos perder de vista que hace apenas unos días se anunció que Skoda sustituirá a SEAT como representante del Grupo Volkswagen en el norte de África, la única región liderada por la compañía española. Recordemos que en 2018 el Grupo Volkswagen se reorganizó a nivel territorial, encargando a Audi la gestión de Oriente Medio y Asia-Pacífico, a Volkswagen la de Norteamérica, Sudamérica y África Subsahariana, y a Skoda la de India y Rusia.
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