Ford facilitará la transición a vehículos eléctricos a profesionales, flotas y empresas con paquetes llave en mano

Pasar una flota de vehículos de uso profesional a funcionar con electricidad no es siempre una tarea simple. La división comercial de la marca del óvalo azul, Ford Pro, es consciente de ello, y que no basta con vender los vehículos eléctricos, tiene que ofrecer a la clientela soluciones que resuelvan sus problemas. Ford Pro ha presentado una gama de soluciones de recarga para cualquier necesidad.

En el mercado de Norteamérica este año comienzan las entregas de las versiones profesionales de E-Transit y F-150 Lightning, que pueden recargar tanto con corriente alterna como en continua. El abanico de soluciones previstas arranca en el autónomo que va a recargar en su casa con corriente alterna y finaliza en empresas con cochera y varios vehículos que deban recargar rápido y eficientemente en continua.

Además de los cargadores y su instalación, que son la parte hardware, Ford Pro ofrece un abanico de soluciones que incluyen al software para la gestión de esos activos. Todo empieza con una reunión con el cliente para preguntarle qué quiere hacer y cuáles son sus necesidades, y se termina con todo instalado para poder trabajar sin incertidumbres con vehículos eléctricos -ya sean Ford o de otras marcas-.

Las instalaciones más sencillas son para el ámbito doméstico, ya sea para profesionales autónomos o para que ciertos empleados dispongan de recarga antes de ir a trabajar. La gestión de los cargadores tiene en cuenta la parte del recibo eléctrico que hay que compensar al empleado por enchufar en su casa. La potencia máxima del cargador más sencillo es de 11,5 kW, con conector J1772.

Por encima hay soluciones en corriente alterna que alcanzan los 19,2 kW de potencia, tanto con J1772 como con CCS-1, siempre hablando del mercado norteamericano. Para Europa es de esperar que aparezca un catálogo similar con Mennekes o CCS-Combo. En cuanto a los cargadores industriales, la potencia va de los 60 a los 180 kW, con escalabilidad en el caso de que pueda haber mayores necesidades en el futuro.

Estos cargadores incluyen un sistema de gestión telemático para optimizarlo todo. Se puede conocer el consumo por unidad, limitarlos a funcionar en un horario determinado, tener controlado su estado en todo momento, etc. También se ofrecen soluciones de flota para que cada vehículo eléctrico esté «fichado» y se conozca la información en el acto. Esto, evidentemente, no sale gratis, pero desde la lógica empresarial puede compensar el coste si hay una mayor eficiencia en las operaciones.

Con este paquete de soluciones Ford quiere facilitar todo lo posible la adopción de vehículos eléctricos desde una flota de una unidad hasta flotas de mayor tamaño. De esta forma creen que más empresarios darán el salto a los vehículos eléctricos sin tantas reticencias ni preocupaciones. El asesoramiento y la facilidad en la gestión son intangibles que ayudan a vender vehículos, y de paso otra rama del negocio que podrían aprovechar terceros de no abordarlas el fabricante.

Ford también se ocuparía de la financiación del equipamiento, así como su instalación, y en el caso de que el sistema eléctrico falle por cualquier razón, aportarán también soluciones de recarga móvil (grupos electrógenos o baterías transportables) para que la flota no se quede parada. También gestionan el acceso a la red de cargadores pública BlueOval, que comprende 20.500 ubicaciones en Estados Unidos y 70.000 puntos de recarga individuales, de los cuales más de 7.300 son de corriente continua y alta potencia.