Our Next Energy, el desarrollador del Tesla Model S de 200 kWh y 1.200 km de autonomía, se prepara para abrir una fábrica de baterías

Según el CEO de Tesla, Elon Musk, no tiene sentido hacer coches eléctricos de 1.000 km de autonomía por el extra que supone en términos de peso y coste para una ventaja que rara vez se va a aprovechar. Sin embargo, como para cada roto hay un descosido, ONE (Our Next Energy para los amigos) trabaja en hacer que eso sea una realidad. A finales de año esperan fabricar baterías en serie.

Mientras Our Next Energy encuenta emplazamiento para una gigafábrica de baterías, ha logrado inyecciones de capital de importancia -incluyendo a BMW i Ventures como inversor- y contratos con cuatro clienes desconocidos para suministrarles 25 GWh de baterías, suficientes para 300.000 coches. Entendemos que serían coches eléctricos nuevos, a estrenar.

El primer modelo de baterías a fabricar se llama Aries, y a lo largo del año que viene habrá un demostrador tecnológico de un producto de gama superior, Gemini, antes de empezar la producción en serie. Recientemente os hablamos de un Tesla Model S -bautizado como Gemini 001– con baterías experimentales que logró recorrer la friolera de 1.200 kilómetros sin recargar, autonomía que supera a la de prácticamente cualquier berlina diésel salvo que el conductor esté concentrado en cuerpo y alma en apurar un depósito grande.

No se trató de un acto de brujería, sino de la combinación inteligente de dos tipos de baterías en vez de una sola sometida a compromisos. Después de que ONE realizase dicha prueba, se encargó a otra empresa que hicieran lo propio por su cuenta. Lograron un resultado aún mejor si cabe, más de 1.400 kilómetros, que hablando de coches eléctricos es una marca excelente, y ya de consumo energético a secas no quiero ni hablar.

Dicho de otra forma, se acerca el día en el que los coches eléctricos puedan rivalizar en autonomía sin parar con las mejores berlinas de gasóleo, y el límite para hacer kilómetros volverá a marcarlo la vejiga, no el vehículo. Eso sí, cuando ese día llegue, en principio no esperemos que sea algo ni económico ni al alcance de cualquiera, y estamos pendientes de conocer la letra pequeña: velocidades de recarga, degradación proyectada, aumento de masa del vehículo, etc.

En ingeniería no siempre es posible mejorar un producto en todos sus atributos sin perjudicar a uno de ellos. Hoy día la electroquímica se afina para poder tener un balance adecuado entre entrega de potencia, autonomía, necesidades de refrigeración, capacidad de recarga rápida, estabilidad… y finalmente, hacer que eso sea asequible para la clientela.