Poco a poco, Estados Unidos se está saliendo con la suya al poner en vigor la Ley de Reducción de Inflación (o Inflation Reduction Act), que básicamente exige a los fabricantes que produzcan en Norteamérica si quieren que sus clientes puedan optar a reducciones de impuestos al comprarse coches eléctricos o híbridos enchufables.
Hyundai anunció por primera vez los planes de tener otra fábrica en Estados Unidos especializada en coches eléctricos allá por mayo, pero los tiempos legislativos han precipitado que se adelante unos meses la construcción. Lo que iba a empezar en 2023 va a dar comienzo en una semana, cuando comiencen las obras en Savannah, en el Condado de Bryan, Estado de Georgia.
La inversión comprometida para su nueva fábrica es de 5.500 millones de dólares, la mayor inyección de dinero en Georgia desde su fundación. La extensión que tendrá el complejo será de 1.214 hectáreas, casi el doble de la superficie de la fábrica de Hyundai Motor Manufacturing Alabama (o HMMA), la única que tienen en el país.
Hyundai entró en el mercado estadounidense en 1986, aprovechando el gran hueco que habían dejado los fabricantes de Detroit (Ford, GM y Chrysler) en el segmento de coches económicos. Aunque rápidamente se hincharon a vender coches, pasaron casi 20 años hasta que inauguraron HMMA y salió de fábrica el primer Hyundai Sonata americano. Se invirtieron entonces 1.800 millones de dólares.
El motivo para aumentar la huella industrial de Hyundai en EEUU es evidente, mejorar la competitividad de sus coches eléctricos, que se han quedado fuera de las ayudas a la compra -vía créditos fiscales- al venir desde Corea del Sur. Teniendo ambiciones de ampliar la gama IONIQ, para Hyundai es un paso necesario, aunque no tendrá efectos hasta 2025, cuando debería empezar la producción en serie.
Además, se ha previsto una inversión de otros 1.300 millones de dólares para asegurar el suministro local de componentes, y también van a necesitar muchísimas baterías. Por otro lado, la ubicación en Georgia es conveniente porque Kia tiene su fábrica estadounidense allí, en West Point. La capacidad combinada de las plantas actuales del grupo surcoreano es de 390.000 y 340.000 unidades, respectivamente.
Fuente | Atlanta Journal-Constitution (requiere VPN en la UE)
