El pasado mes de septiembre, Citroën reveló el prototipo Oli [äll-e], un laboratorio de ideas que nos muestra la dirección que seguirán los próximos coches eléctricos de la compañía. Desde el nuevo logo corporativo (un remake del original de 1919) hasta sus soluciones técnicas, el Citroën Oli concentra la visión de futuro de la marca de los chevrones.
Durante la reciente presentación del concept car en Madrid, los responsables de su desarrollo desgranaron algunas de las claves de este peculiar vehículo, cuyo enfoque gira en torno a la necesidad de romper la tendencia de crear vehículos cero emisiones cada vez más pesados y costosos. El Citroën Oli aboga por la simplificación y la ligereza como medios para alcanzar la eficiencia y la asequibilidad.
Inspirado en el popular cuadriciclo AMI, el Oli anuncia un peso de apenas 1.000 kg a pesar de que sus dimensiones son similares a las de un SUV del segmento B (4,20 metros de largo, 1,65 metros de alto y 1,90 metros de ancho) como el Opel Mokka-e (4,15 metros de largo, 1,53 metros de alto y 1,79 metros de ancho; 1.598 kg).
Gracias a ello, consigue un consumo de apenas 10 kWh/100 km. Aunque su batería tiene una capacidad de tan solo 40 kWh, la autonomía del vehículo se sitúa en 400 km. Además de rebajar el peso, el empleo de un pack «pequeño» también repercute positivamente en aspectos como la velocidad de carga (20-80% en 23 minutos).
Citroën apostará por la ligereza en sus próximos modelos
Para el diseño del coche se han tenido en cuenta aspectos como el reciclaje y la posibilidad de intercambiar componentes (puertas delanteras, paragolpes y molduras de protección son idénticos). El capó, el techo y la zona de carga son planos y están realizados a partir de paneles de cartón con estructura de nido de abeja, refuerzos de fibra de vidrio y recubrimiento de poliuretano.
En el evento de presentación varios periodistas pudimos subir sobre el capó y el techo para comprobar que estas piezas son incluso más resistentes que si estuvieran hechas de acero. Las llantas «híbridas», que mezclan acero y aluminio, equipan unos neumáticos sostenibles e inteligentes Goodyear Eagle Go.
El habitáculo es muy minimalista, con un salpicadero de diseño horizontal reducido a su mínima expresión. Cuenta con un soporte para el smartphone del usuario, el cual se convierte en el sistema de infoentretenimiento, y una serie de controles para el climatizador. Los altavoces son extraíbles, mientras que los ligeros asientos están formados por tres piezas impresas en 3D.
«Con el concept-car Oli [all-ë], Citroën vuelve a marcar el futuro del automóvil con un vehículo que, lejos de ser un simple ejercicio de estilo, abre la senda a innovaciones pensadas para solucionar los problemas del día a día. El Oli explora campos tan diversos como los materiales, el confort, la reciclabilidad y la eficiencia de la movilidad eléctrica aportando nuevas alternativas que podremos ver en próximos lanzamientos de la marca», declara Vincent Cobée, director general de Citroën.