El desembarco de cada vez más fabricantes chinos al mercado europeo, desde jóvenes startups como NIO o XPeng hasta grupos consolidados como Great Wall o SAIC, es incesante. La última marca en unirse a la conquista del viejo continente ha sido Chery, que recientemente anunció su llegada a Italia de cara al año 2023. Después le seguirán España y Reino Unido.
Chery fue fundada en 1997 y ha fabricado más de 10 millones de vehículos a lo largo de sus intensos 25 años de historia. Actualmente es uno de los 10 mayores grupos automotrices de China y opera en más de 80 países diferentes, por lo que su llegada a una región clave como es Europa era tan solo cuestión de tiempo.
«Llevamos muchos años siendo el principal exportador de vehículos de combustión interna de China y tenemos la intención de hacer lo mismo con los coches eléctricos y, en general, con los vehículos de nueva energía», declaraba recientemente Zhu ShaoFong, director general adjunto de Chery International, al darse a conocer los planes de expansión de la empresa.
Sin embargo, Chery no solo se limitará a importar vehículos desde China, pues también quiere construir una planta en suelo europeo con el objetivo de competir contra los fabricantes autóctonos. El país con más papeletas de llevarse el gato al agua es España; concretamente, la provincia de Barcelona, donde también se encuentra SEAT S.A.
Chery ha cerrado un acuerdo para instalarse en Cataluña
Aunque hace unas semanas Chery mostró interés por las antiguas instalaciones de Nissan, que también fueron valoradas en su momento por su compatriota Great Wall, su oferta llegó muy tarde a la mesa de reindustrialización. Y es que las plantas han sido asignadas a Silence y al D-Hub, encabezado por QEV y Btech.
A pesar de ello, el interés de Chery en Cataluña no ha decrecido. Su presidente, Tongyue Yin, acaba de cerrar un acuerdo de colaboración con los máximos responsables de la Unión Patronal Metalúrgica y Foment del Treball, así como con los principales sindicatos, con el objetivo de instalarse y construir una factoría en los próximos años.
En este complejo se producirán coches eléctricos de bajo coste especialmente enfocados a los mercados del sur de Europa, misma estrategia que seguirá BYD con su futura marca low-cost. Este movimiento permitirá a Chery adelantarse a las posibles medidas proteccionistas de la Unión Europea, que podría cambiar su política frente a las importaciones chinas a raíz de las presiones de Francia.
Fuente | Motorpasión
