La apertura de la nueva gigafábrica de baterías que Renault y la empresa china Envision AESC están construyendo en Douai (Francia) se ha pospuesto varios meses. Las instalaciones, que formarán parte del polo industrial ElectriCity, son una pieza clave dentro de los ambiciosos planes de electrificación del fabricante galo.
A raíz de este contratiempo, Renault se verá obligada a retrasar el inicio de la producción del R5 eléctrico, que ya no tendrá lugar en primavera de 2024, sino en septiembre de ese mismo año. No está claro si también afectará al cronograma de lanzamiento de otros modelos eléctricos de la compañía, véase el inminente Scénic E-TECH.
El R5 es uno de los eléctricos más esperados de la firma del rombo. Con un precio objetivo inferior a los 25.000 euros, este hatchback del segmento B tendrá que competir contra propuestas como el Citroën ë-C3, el CUPRA Raval o el Volkswagen ID.2 en una de las categorías con mayor volumen de ventas del mercado europeo.
Renault aspira a lograr que el R5 sea un 33% más asequible que el actual ZOE. Para conseguirlo, nuestro protagonista se asentará sobre la plataforma CMF-B EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, una arquitectura que compartirá aproximadamente la mitad de sus piezas con la CMF-B del Clio, del que se desmarcará gracias a una batalla algo más corta (se espera que el R5 ronde los 3,96 metros de largo) y al uso de una suspensión trasera de tipo multibrazo.
El Renault R5 será rival del Volkswagen ID.2
El R5 será el encargado de estrenar el nuevo motor ePT-100kW, que tendrá dos niveles de potencia (125 y 150 CV). También contará con una variante de altas prestaciones, la cual se venderá como Alpine A290. Aunque estructuralmente no habrá diferencias entre R5 y A290, este último será más potente (reutilizará el propulsor de 218 CV del Megane E-TECH), montará un kit estético específico y hará gala de una puesta a punto más deportiva para plantar cara al CUPRA Raval VZ y al MINI Cooper SE.
Todos los R5 serán de tracción delantera y montarán un sistema de frenado by-wire desarrollado con Continental. El utilitario neo-retro se ofrecerá con dos baterías, una de 42 y otra de 52 kWh, ambas con celdas NCM (níquel, cobalto, manganeso). El modelo de 52 kWh tendrá una autonomía cercana a los 450 km WLTP; en cuanto a la carga, seguramente llegue a 22 kW en corriente alterna y a 130 kW en corriente continua.
Fuente | L’Argus
