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Por qué Toyota considera un error apostar todo al coche eléctrico y qué puede aprender de Tesla

El máximo responsable de Toyota Alemania, André Schmidt, ha hablado de la estrategia de electrificación de la marca japonesa y de lo que Tesla significa para la industria automotriz. El directivo considera que la clase política está cometiendo un error al apostarlo todo al coche eléctrico.

Actualmente, en el mercado automotriz existen tres grandes mercados: el europeo, el estadounidense y el asiático. Pero, dentro de este último, dos potencias han adoptado un enfoque radicalmente opuesto en lo que respecta a su estrategia de futuro.

Mientras China ha acelerado al máximo la transición al coche eléctrico y se ha convertido en el motor de la misma a nivel mundial, Japón mira con mucha mayor reticencia este tipo de tecnología. Y Toyota es el ejemplo más claro de ello.

El que durante muchos años ha sido el mayor fabricante mundial de automóviles no ve nada claro que poner todos los huevos en la cesta del vehículo eléctrico de batería sea lo más razonable. Y, si bien es cierto que en los últimos meses la estrategia de Toyota hacia este tipo de movilidad ha acelerado el paso, sigue sin ser tan enérgica como la de muchos de sus rivales directos. Algo que muchos consideran un error empresarial monumental.

Toyota Mirai de pila de combustible de hidrógeno, una de las apuestas alternativas a la batería de la marca.

No sólo coches eléctricos

Esto es, en esencia, lo que Toyota considera que resulta más razonable para una marca de gran volumen de producción. Si bien la marca planea llegar a las 600.000 unidades de coches eléctricos en 2025, no será la única tecnología en la que invertirá en el futuro.

Así lo ha afirmado André Schmidt, máximo responsable de Toyota Alemania, que en una entrevista concedida a Automobilwoche afirma que «podríamos haber emulado a Tesla. Pero ese sería un enfoque equivocado para Toyota. Tenemos que encontrar nuestro propio camino y eso es lo que estamos haciendo ahora mismo».

Schmidt argumenta que el objetivo de la marca nipona es proporcionar al mayor número posible de conductores alternativas que contribuyan a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) lo más rápido posible. Esto, creen, es más eficaz que suministrar a unos pocos clientes unos pocos vehículos puramente eléctricos «muy caros».

Las palabras de Schmidt tienen su reflejo en los hechos, pues Toyota sigue apostando por múltiples tecnologías. Esto incluye los coches de combustión de última generación con combustibles alternativos y los híbridos, pero también por vehículos cero emisiones alternativos a los de batería como los de pila de combustible de hidrógeno.

Tesla, un termómetro del estado de la industria automotriz

André Schmidt también ha hablado de Tesla en un contexto más amplio. Si bien el dirigente alemán afirma que Toyota no puede imitar la estrategia comercial y tecnológica de la marca fundada por Elon Musk, sí le confiere una gran importancia para la industria a nivel global.

«Tesla es en cierto modo un marcapasos para la industria», concede Schmidt, que ve en el fabricante estadounidense de coches eléctricos un termómetro perfecto para pulsar la aceptación de estos por parte de los usuarios. «El éxito de Tesla también se basa en la velocidad con la que la empresa ha avanzado en todos los elementos de la electrificación», amplía.

Tesla es, para Toyota, un indicador perfecto del estado de salud del coche eléctrico para la industria automotriz.

Las políticas gubernamentales, demasiado cerradas

Finalmente, André Schmidt ha reflexionado sobre el enfoque político adoptado en Europa y otras regiones en materia de transporte y movilidad.

Especialmente en Europa, se considera que el coche eléctrico es la única vía para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados, desechando la posibilidad de combinarlo con otras tecnologías consolidadas o emergentes.

A ese respecto, Schmidt señala que «los políticos se están quedando cortos si quieren resolver este gran problema con una sola tecnología. Si únicamente se confía en un estrecho camino tecnológico, se necesitará mucho más tiempo para la descarbonización que si se toman varios caminos al mismo tiempo», concluye.

¿Le dará el tiempo la razón a Toyota o certificará su muerte, como muchos anticipan?

Fuente: Ecomento.de

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