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Las motos también apuestan por el hidrógeno: el proyecto Hydrocycle promete hacerse realidad en 2025

Se habla mucho de las diferentes aplicaciones que podrían dar cabida al hidrógeno como medio de propulsión alternativo y libre de emisiones. En la automoción, existen ya vehículos que emplean la gran H para poder generar electricidad que mueva las ruedas.

Actualmente hay muy pocos turismos de pila de combustible, debido a los altos costes y a la escasa infraestructura de recarga en la red de carreteras. El transporte pesado se augura como un sector donde el hidrógeno tenga más recorrido. Pero, ¿y para las dos ruedas? ¿Se puede instalar una pila de combustible en una motocicleta?

Existen algunos proyectos ya abiertos al respecto, tanto aquellos que emplean motores de combustión alimentados por hidrógeno, como los que utilizan tecnología eléctrica impulsada por hidrógeno o pila de combustible. Este último caso es el de Hydrocycle, que promete presentar un prototipo real y funcional para el 2025 a través del trabajo conjunto de empresas alemanas y checas unidas en el mismo consorcio.

El proyecto Hydrocycle apostará por la tecnología de pila de combustible.

Uno de los principales valedores de este proyecto es el Instituto Fraunhofer de Máquinas Herramienta y Tecnología de Conformación, que asegura que con apenas 1 kilogramo de hidrógeno comprimido se tendría energía suficiente para impulsar un vehículo durante 100 kilómetros.

El proyecto del consorcio de empresas alemanas y checas ve un enorme potencial de la tecnología del hidrógeno en vehículos más pequeños, como las motocicletas o los scooters. A pesar de que su naturaleza compacta presenta un gran potencial, su desarrollo no es nada sencillo, ya que los sistemas de pila de combustible no son, precisamente, ligeros.

Hydrocycle promete hacerse realidad en 2025, cumpliendo con los estándares y normativas europeas para entonces. Se pone el foco en diferentes aplicaciones, pero principalmente en su uso en motocicletas de ámbito urbano y de entregas de última milla.

Por un lado, las empresas checas, como 1to1 design, la empresa de investigación y desarrollo ÚJV Řež, así como la Universidad Técnica Checa, se dedicarán al desarrollo de la plataforma sobre la que se asiente esta motocicleta alimentada por hidrógeno. Por otro lado, las empresas alemanas, como el Instituto Fraunhofer antes mencionada o WätaSwärmetauscher Sachsen GmbH se centrarán en la pila de combustible y el motor eléctrico; es decir, en el sistema de propulsión propiamente dicho.

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Este proyecto contrasta con el de Kawasaki, que lleva ya más de un año en desarrollo. La firma japonesa presentó a finales del 2022 un prototipo llamado Ninja H2 Hydrogen: a diferencia del futuro Hydrocycle, esta se aprovecha de un motor de combustión de 999 centímetros cúbicos, con 200 CV de potencia. Cuenta con cinco bombonas de hidrógeno en los espacios de carga de la zaga, las cuales se pueden intercambiar por «cartuchos» ya precargados.

Kawasaki sigue adelante con su desarrollo de una moto de hidrógeno y ya ha registrado el nombre HySE y un logotipo especial para la que debería ser su primer modelo real, que se basará en la ya conocida Ninja H2 SX. Estaremos atentos, ya que los japoneses podrían hacerlo realidad ya en este 2024.

Fuente | Rideapart

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