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Baterías de sodio, ¿la última oportunidad de Europa para frenar el dominio chino?

Las marcas chinas JAC y JMEV se han convertido en las primeras en comercializar automóviles eléctricos equipados con baterías de sodio, una solución que promete convertirse en una sólida alternativa a las baterías de litio en los próximos años gracias a sus ventajas en términos de coste, ecología, tasa de carga y rendimiento en temperaturas extremas.

Es interesante señalar que Volkswagen y Renault poseen una participación del 50% en JAC y JMEV respectivamente. Es decir, si bien se trata de dos joint ventures asiáticas, en la práctica ambas son controladas por grupos europeos; no en vano, en los últimos tiempos la industria del viejo continente ha fijado su atención en esta tecnología como forma de reducir su dependencia de la cadena de suministro china.

Estas baterías prescinden de materiales como el litio, el cobalto, el níquel, el cobre y el grafito; además, el sodio está mucho más distribuido geográficamente y resulta más sencillo de extraer. Por este motivo, empresas como la sueca Northvolt o la francesa Tiamat están recibiendo el apoyo tanto de fabricantes como Volkswagen o Stellantis como de las autoridades europeas para desarrollar este tipo de celdas.

Sin embargo, por el momento China nos sigue llevando la delantera en este campo, pues las baterías utilizadas por JAC son de HiNa y las de JMEV de Farasis. Todo apunta que a corto plazo el gigante BYD también hará una incursión en este campo, ya que se encuentra construyendo una gigafábrica de 30 GWh de capacidad para producir packs destinados a los modelos Seagull y Dolphin.

JMEV

China controla la cadena de suministro de las baterías de litio

La primera generación de celdas de Tiamat (120 Wh/kg) ya se está utilizando en herramientas de bricolaje de Leroy Merlin, mientras que la segunda (140-180 Wh/kg) estará orientada a vehículos eléctricos. Tras la reciente inversión estratégica de Stellantis, la compañía planea levantar una gigafábrica en Francia que comenzará a operar a finales de 2025.

Entre otras ventajas, Tiamat promete que sus baterías de sodio ofrecen una amplia vida útil (más de 5.000 ciclos), cargas muy rápidas y elevados niveles de seguridad. «Explorar nuevas opciones de baterías más sostenibles y accesibles que empleen materias primas disponibles en abundancia es una parte clave de los objetivos de nuestro plan estratégico Dare Forward 2030, que nos llevará a alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2038», explicaba hace unas semanas Ned Curic, director de Ingeniería y Tecnología de Stellantis.

En el caso de Northvolt, su primera generación de celdas (160 Wh/kg) se destinará al almacenamiento energético estacionario, pero la siguiente también se utilizará en vehículos. Por lo tanto, aunque Europa todavía se encuentra rezagada en cuanto al uso de estas baterías en automóviles, lo cierto es que no existe la brecha insalvable con China que sí se da en las de litio en términos de desarrollo tecnológico y cadena de valor.

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