Un grupo de propietarios del Toyota Mirai demanda a la marca, vivir con un coche de hidrógeno es una pesadilla
Los problemas se le acumulan al Toyota Mirai, el único coche de hidrógeno comercializado por la firma japonesa en la actualidad. Si hace una semana nos hacíamos eco de su brusca bajada de precio del 50% para impulsar sus ventas en Estados Unidos y ayer de la carta abierta de 120 científicos que criticaban su elección como coche oficial de los Juegos Olímpicos de París 2024, hoy nos toca hablar de una demanda colectiva realizada por un grupo de propietarios y arrendatarios en California, uno de sus principales mercados.
Los demandantes han acusado a Toyota de publicidad engañosa, pues aunque anuncia que el repostaje de hidrógeno está «disponible, es sencillo y comparable al repostaje de gasolina», en la práctica apenas hay estaciones de servicio operativas, a lo que se suma la escasez y el aumento de precio del combustible.
También se menciona que su autonomía es más baja de lo prometido (unos 160 km menos), lo que dificulta los viajes. Para poder repostar el coche, los usuarios muchas veces deben recorrer largas distancias; por otro lado, la baja fiabilidad de la infraestructura les obliga a buscar formas de transporte alternativas.
La demanda recoge que el precio del hidrógeno ha aumentado un 200% en los últimos años, pasando de 13 dólares/kg en 2022 a 36 dólares/kg en 2024, lo que significa que la tarjeta de combustible de 15.000 dólares facilitada por Toyota para incentivar la venta del coche dura menos de los cinco años previstos por la propia compañía.
California comienza a dar la espalda a los coches de hidrógeno
Para dificultar todavía más las cosas, a principios de año Shell anunció el cierre permanente de todas sus hidrolineras en California. De acuerdo con Andrew Beard, vicepresidente de Shell Hydrogen, esta decisión se tomó debido «a complicaciones en el suministro de hidrógeno y otros factores externos del mercado». La mayoría de estaciones ubicadas en el sur de California están fuera de servicio o trabajan en horarios muy reducidos debido a dichos problemas de suministro; además, muchas sufren constantes averías.
También se acusa a Toyota de ocultar que llenar el depósito puede llevar mucho más tiempo del anunciado, lo que en ocasiones provoca que el surtidor se congele en el vehículo, obligando a esperar más de media hora a que se caliente lo suficiente para poder retirarlo. Todos estos problemas han llevado a que el valor de reventa del Mirai haya caído en picado.
Fuente | Carscoops