Elon Musk pone en duda la capacidad económica de Volkswagen para invertir en Rivian

El pasado mes de junio, Rivian y Volkswagen anunciaron la creación de una joint venture para el desarrollo conjunto de vehículos eléctricos definidos por software partiendo de la plataforma de diseño centralizado de la startup estadounidense, a la que tendrán acceso las diferentes marcas que componen la cartera del grupo alemán.

A raíz de esta alianza, Volkswagen invertirá 1.000 millones de dólares en Rivian, cifra que podría aumentar en los próximos años hasta un máximo de 5.000 millones de dólares. Sobre el papel, esto debería garantizar la supervivencia a corto y medio plazo del fabricante de Michigan, que actualmente se encuentra trabajando en su primer coche eléctrico de masas, el SUV mediano R2.

Los rumores apuntan a que la primera marca del Grupo Volkswagen en contar con tecnología de origen Rivian sería Scout, un punto que sin embargo todavía no ha sido confirmado oficialmente, ya que un informe publicado el año pasado señalaba que el desarrollo de sus primeros modelos sería llevado a cabo de forma externa por Magna Steyr.

El Scout original fue un popular todoterreno producido de 1960 a 1980 por International Harvester Company, un fabricante que terminó en manos de Volkswagen en 2020 a través de su unidad de camiones Traton. Transformada ahora en una marca de pleno derecho, Scout tendrá como principal objetivo incrementar la cuota de mercado de su matriz en Norteamérica.

Scout podría ser la primera marca del Grupo Volkswagen en emplear tecnología de origen Rivian

Aunque el debut oficial de Scout tendrá lugar el 24 de octubre, sus dos primeras propuestas (un SUV y una pick-up 100% eléctricos) no llegarán a las carreteras hasta 2026. Es muy probable que durante el evento de presentación se muestren dos concept cars a modo de adelanto, una ocasión que además podría ser aprovechada para clarificar si Rivian estará involucrada de alguna forma en el proyecto.

A pesar de la enorme expectación que ha generado la unión de Rivian y Volkswagen, algunos no las tienen todas consigo. El siempre polémico Elon Musk, CEO de Tesla, ha sido uno de los últimos en dar su opinión acerca de esta asociación, poniendo en duda la capacidad del gigante germano para llevar a cabo las inversiones anunciadas.

«¿De dónde sacarán el dinero?», se preguntaba el directivo hace unos días en respuesta a un post en la red social X que ironizaba sobre las dificultades financieras de Volkswagen, que esta misma semana ha anunciado el posible cierre de dos plantas en Alemania como parte de sus esfuerzos para reducir costes y mejorar su rentabilidad.

Lo cierto es que, si bien la situación actual de Volkswagen dista mucho de ser ideal, sigue tratándose de uno de los mayores fabricantes del mundo y sus ganancias así lo atestiguan: el año pasado, sus beneficios ascendieron a 17.900 millones de euros (19.850 millones de dólares al cambio) después de impuestos. Muy lejos del oscuro panorama que algunos (incluidos ciertos dirigentes de la propia Volkswagen que necesitan justificar los recortes que se avecinan) tratan de pintar.

Fuente | Teslarati