Las ventas de los coches de hidrógeno de Toyota se desmoronan

Los coches impulsados por hidrógeno iban a ser la alternativa real de futuro a los coches eléctricos, principalmente por un motivo: sus rápidos tiempos de recarga, similares a los de un vehículo de combustión. Sin embargo, llevamos ya un tiempo percibiendo que esta tecnología no termina de imponerse en el mercado automovilístico. Pocas marcas hay implicadas en su desarrollo, pero por el momento estas siguen fieles a su ideario.

Las asiáticas Honda, Hyundai y Toyota son, en este sentido, las pioneras. Esta última, además, ha servido de impulso para que BMW se lance también en un futuro muy cercano a tener un coche de pila de combustible en el mercado. Toyota está siendo de las más activas con su vehículo de hidrógeno, el Mirai, cuya segunda generación desarrolla 182 CV y tiene una autonomía de 650 kilómetros según el ciclo WLTP.

Pero como decíamos, detrás de esta valiente historia por lanzar una tecnología novedosa y que permita reducir las emisiones contaminantes de la carretera hay una dura realidad: las ventas no terminan de despegar, los precios del hidrógeno no dejan de subir y el interés por el hidrógeno verde también cae en picado debido a los elevados costes. Quizás el hidrógeno se convierta en una realidad más creíble para el transporte pesado, pero por el momento para el mercado de turismos la realidad es un tanto cruda.

Toyota lo está viviendo en sus carnes, como demuestran las cifras de ventas de sus coches de hidrógeno, representadas por el mencionado Mirai. En lo que va de año, la marca japonesa apenas ha vendido 1.702 vehículos con esta tecnología de pila de combustible, lo que en la práctica significa una caída del 54% respecto al año anterior. Para que te hagas a una idea, en 2023 se lograron vender 4.023 unidades del Mirai.

Con estas cifras, Toyota corre el riesgo de tener el peor dato de ventas de los últimos 7 años. El peor año en esta serie fue el 2020, marcado por la pandemia por COVID-19, en el que se vendieron únicamente 1.770 Mirai. Justo al año siguiente, en cambio, se registró el mejor año para el coche japonés, con 5.918 unidades vendidas  a nivel global.

En uno de sus principales mercados, el de Estados Unidos, los dolores de cabeza que están sufriendo sus propietarios están más que justificados, hasta el punto que han demandado a la marca japonesa por «publicidad engañosa». Más allá de considerar que la autonomía del vehículo es muy inferior en la práctica, el problema está sobre todo en que las estaciones donde repostar hidrógeno son escasísimas (en España, por ejemplo, apenas hay 12).

Sin ir más lejos, Shell decidió cerrar sus hidrogeneras recientemente en el estado de California en un movimiento polémico debido a «complicaciones en el suministro de hidrógeno y otros factores externos del mercado». Pero además, el precio del hidrógeno no ha dejado de crecer: hasta un 200% en los últimos años. Esto provocó que Toyota, en un movimiento a la desesperada, ofreciese descuentos de hasta el 50% en Estados Unidos con su Mirai, además de ofrecer una tarjeta de combustible valorada en 15.000 dólares.

Fuente | InsideEVs