El mensaje de socorro de los fabricantes de coches eléctricos a Europa para evitar «daños irreparables»
Europa se enfrenta a grandes retos en los próximos años con el objetivo final de la descarbonización de la industria automovilística. Desde ACEA, la patronal de fabricantes, han lanzado un mensaje de advertencia sobre los peligros que afronta el sector.
Mientras que las ventas globales de coches eléctricos crecieron en 2024 a nivel mundial, a pesar de las incertidumbres en el mercado, Europa ha sido la única gran región y potencia económica que tuvo datos negativos: un 6% menos de matriculaciones de vehículos eléctricos nuevos y una caída de la cuota de mercado. Eso sí, arrastrados sobre todo por la caída del mercado alemán, que abandonó las ayudas públicas a la compra de este tipo de vehículos justo cuando iba a arrancar el año.
Aun así, el panorama en la industria automovilística en general no es del todo alentador. Una tensa situación que amenaza con el cierre de fábricas, retrasos en los planes de electrificación de las gamas de las marcas y, sobre todo, con sanciones multimillonarias a la vista para los fabricantes que incumplan con los nuevos límites de emisiones de CO2.
Desde la patronal de fabricantes en Europa, ACEA, se ha lanzado un mensaje de advertencia a este respecto. Una carta abierta a los líderes de la Unión Europea apuntando los principales riesgos a los que se enfrenta el sector automovilístico y marcando las que deberían ser las prioridades para «garantizar la competitividad futura e impulsar la descarbonización, a medida que el crecimiento de los coches eléctricos se desacelera y aumentan las tensiones comerciales».
Ola Källenius, presidente de ACEA y, además, CEO de Mercedes, firma dicha carta que arranca con un mensaje claro hacia la UE: «Actúen ahora para evitar daños irreparables», en medio de una transformación hacia la movilidad eléctrica y de hidrógeno sin emisiones que, como bien reconocen, está siendo más complicada de lo previsto. Uno de los principales focos está puesto en el Pacto Verde Europeo, que marca la hoja de ruta de la región hacia la descarbonización de la industria del automóvil de cara al 2050: «Debe ser revisado y reorientado».
¿De qué manera? Apostando por normas más flexibles y menos rígidas que hagan de la industria un modelo de negocio «verde y rentable». El otro foco, y del que venimos hablando durante los últimos meses, es la ya popular normativa CAFE, la cual impone una reducción importante de las emisiones medias de CO2 de las marcas con sus coches nuevos. De no cumplir con estos límites, obligará a los fabricantes a pagar multas multimillonarias por cada gramo de CO2 excedido del límite, y en el mejor de los casos a pagar por la compra de créditos de carbono a otros fabricantes como Tesla.
«La acción más urgente que la industria necesita ahora es que la UE encuentre una solución para aliviar la carga de cumplimiento para los automóviles y furgonetas en el objetivo de CO2 de 2025», insisten desde ACEA al respecto, ya que esto desviaría fondos necesarios para las inversiones y el I+D.
La patronal, que representa a los 16 principales fabricantes de coches, furgonetas, camiones y autobuses con sede en Europa, se marca «tres prioridades críticas» por las que la Unión Europea debería de apostar. La primera va en línea con lo comentado justo antes, apostar por llevar a cabo una normativa «realista» para descarbonizar el sector, impulsada por el mercado y no por las sanciones, apostando por «incentivos fiscales y no financieros», impulsar las energías renovables y la creación de más puntos de recarga.
Tanto la segunda como la tercera de las prioridades están íntimamente relacionadas con la amenaza reciente que representan los fabricantes chinos y sus coches eléctricos, y que ha llevado a la UE a imponer unos aranceles a su exportación. Por un lado, se debe «crear un marco regulatorio que mejore la competitividad de las industrias europeas», estimulando la I+D y la innovación en toda la cadena de producción, incluidas las baterías, el software y los semiconductores.
Por el otro, Europa debe procurar «promover nuevos enfoques para crear relaciones comerciales mundiales y mutuamente beneficiosas». ACEA advierte de que las brechas políticas y comerciales con EE.UU. y China corren el riesgo de profundizarse aún más. Para el conflicto al otro lado del charco, piden que la UE llegue a un gran acuerdo con el nuevo gobierno norteamericano. Respecto al gigante asiático, se pide que se reconozca que el comercio, también con Estados Unidos, «es el más vital para la prosperidad de la economía europea».