El precio de las baterías baja de los 100 dólares el kWh, y estas son las razones
La batería es el componente más caro del coche eléctrico. Pero últimamente, los precios de han caído enormemente. Hay dos razones para esto, que dan como resultado que cada vez sean más económicas, lo que debería trasladarse al precios de los coches a corto plazo.
Los precios de las baterías de los coches eléctricos han caído a un nuevo mínimo. Según Bloomberg, un kWh en pack cuesta actualmente una media de 97 dólares (unos 92 euros al cambio) en el mercado internacional, lo que significa que por primera vez, se han colocado por debajo de los 100 dólares.
El precio se ha estimado para todo el pack, es decir, celdas, cableado, componentes electrónicos y carcasa. Pero, ¿dónde se está logrando los avances para reducir los costes?
Según Bloomberg, además de las mejoras en productividad y tecnología, la razón del valor récord se debe principalmente a los bajos precios de las materias primas y al exceso de capacidad en las fábricas chinas.
La expansión de las celdas LFP, principalmente entre los grupos chinos, también está haciendo bajar los precios medios. Una tendencia que para los analistas, tendrá continuidad este año y en los posteriores, lo que dibuja un escenario muy positivo para el sector.
Los precios son promedios globales. Los valores específicos en Europa son casi un 50% más altos que los de China. Pero es probable que esta evolución también provoque una caída de los precios de los coches eléctricos en ambos mercados, ya que la batería sigue siendo el componente más caro.
Para ponerlo en perspectiva: las capacidades típicas de los modelos pequeños y medianos oscilan entre 40 y 80 kWh. En las clases superiores se utilizan baterías de 100 kWh o más.
Esto quiere decir que un coche con batería de acceso verá como su pack costará en 2025 apenas 3.680 euros, mientras que el pack mediano lo hará en 7.360 euros. Cifras que seguirán cayendo en los próximos ejercicios.
Según Goldman Sachs, para el 2030 los precios caerán a 64 dólares el kWh (61 euros), y eso son estimaciones bastante ‘pesimistas’. La organización RMI apunta más bajo y cree que para el final de esta década los precios del kWh oscilarán entre los 32 y los 54 dólares (30-51 euros).
Traduciéndolo a números reales: situando un precio medio de 50 dólares el kWh, un pack de 100 kWh de capacidad, como la del Audi Q6 e-tron por ejemplo, tendría un coste de sustitución de unos 5.000 dólares (4.776 euros). Uno de 75 kWh, como el del Tesla Model 3 Long Range, pasaría a costar 3.375 dólares (unos 3.222 euros).
Esto tendría como consecuencia algo realmente llamativo, y es que en pocos años, será más barato cambiar una batería al completo, el pack, que cambiar el motor de un coche diésel o gasolina.
Y esto sin contar con el factor de la venta de la batería desgastada para uso como sistema de almacenamiento en una vivienda. Una batería que todavía mantendrá el 50 o 60% de su capacidad, y que según los estudios, podría conservar un valor de entre 20 y 30 dólares en kWh.