Una bicicleta eléctrica sin batería y que no tendrás que recargar nunca

Esta bicicleta eléctrica apuesta por un concepto diferente al prescindir de una batería convencional y apostar por los supercondensadores, con menos peso, más sostenible, y con mayor vida útil.

Una bicicleta eléctrica sin batería y que no tendrás que recargar nunca

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Publicado: 13/03/2025 10:41

La movilidad urbana está en plena transformación, y una innovadora bicicleta eléctrica podría marcar un antes y un después en este cambio. Se trata de la Pi-Pop, una bicicleta desarrollada en Francia que prescinde de enchufes y baterías externas, ya que se recarga exclusivamente con el pedaleo del ciclista y la frenada regenerativa.

Detrás de este revolucionario proyecto está Adrien Lelièvre, un ingeniero que, aunque inicialmente se había formado en música y arte, decidió apostar por la tecnología para asegurar su futuro. En un principio, pensó en la industria del lujo, pero su interés por la innovación lo llevó a especializarse en este sector y a desarrollar una tecnología única que promete redefinir el ciclismo en la ciudad.

El sistema de la Pi-Pop no utiliza litio, lo que la convierte en una alternativa más ecológica y sostenible dentro del creciente mercado de las bicicletas eléctricas gracias al uso de unos viejos conocidos, pero poco usados, supercondensadores, que se alojan en el portaequipajes trasero junto con la electrónica.

No contienen litio, sino sólo materiales reciclables y abundantes, presentes casi en todo el planeta, como el aluminio. A diferencia de las baterías convencionales, que se cargan desde un enchufe, el sistema Pi-pop se recarga mientras el usuario pedalea.

La bicicleta, que cuenta con un motor de 250W, almacena energía en llano, en bajadas y en frenadas, para luego liberarla cuando es necesario (al arrancar, en falso llano, en cuesta o con viento en contra).

Su capacidad de almacenamiento es inferior a la de una batería convencional, por lo que no se garantiza una asistencia continua más allá de una pendiente de 100 metros, pero a cambio, su vida útil es significativamente superior, con cientos de miles de ciclos de carga y descarga, lo que se traduce en una vida útil de como mínimo entre 10 y 15 años de uso diario.

Un concepto diferente, que nos recuerda a los híbridos «autorecargables» donde el motor de combustión deja sitio al esfuerzo de nuestras piernas, y que según sus diseñadores, su uso no es recomendable en zonas muy montañosas, pero sí es ideal en poblaciones o zonas con desniveles bajos o medios.

Un entorno que permite disfrutar de una autonomía casi ilimitada, sin tener que depender de recargar sus baterías regularmente, y con un menor impacto ambiental a la hora de su producción en un concepto diferente, pero que no es precisamente barato, estando a la venta en Francia con un coste de 2.690 euros.