
La ambiciosa plataforma skateboard de CATL esconde varios retos que podrían frenar al gigante chino
El fabricante líder de baterías para coches eléctricos, la china CATL, se ha metido de lleno en el desarrollo de plataformas de tipo patinete para facilitar la transición hacia este tipo de vehículos. Sin embargo, la tarea entraña bastantes retos.

CATL es, a día de hoy, el líder absoluto en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Marcas como Tesla, Volkswagen, Mercedes, BMW, Porsche, Toyota, Volvo… han confiado en la compañía china para dar vida a sus coches eléctricos. Pero CATL sigue dando pasos adelante para convertirse también en un referente tecnológico.
Sabedores que la batería es un componente clave, sino el que más, en el desarrollo de este tipo de vehículos, también está trabajando en sus propias plataformas de tipo patinete. Lo llaman CIIC (Chasis Inteligente Integrado CATL), aunque su última evolución pasó a llamarse Bedrock Chassis, más centrada en la seguridad avanzada.

Este tipo de plataformas vienen a ser chasis que integran prácticamente todos los componentes clave del vehículo, no solo la batería. En el caso de la propuesta de CATL, cuenta con un chasis superior y otro inferior desacoplados, un diseño de subsistema modular e interfaces estandarizadas. Un diseño abierto que facilita la integración de mecánica y software, que cuenta con varias ventajas interesantes: la primera y quizás más importante, que acorta enormemente los ciclos de desarrollo, así como los costes.
De esta forma, una marca que se sienta rezagada en el desarrollo de vehículos eléctricos, podría recortar los plazos de lanzamientos de nuevos modelos a entre 12 y 18 meses. Changan Mazda, compañía con la que CATL colabora estrechamente en este sentido, es el claro ejemplo de ello, que ya se beneficia también de la rápida adaptación a múltiples modelos. Recordemos precisamente que la marca japonesa es de las más rezagadas en este sentido, y se ha aliado con el gigante chino Changan para poder ponerse las pilas, nunca mejor dicho.
No obstante, estas plataformas modulares de tipo skateboard siguen enfrentándose a varios desafíos que no se pueden olvidar. El más obvio es que, dejando a otra empresa el desarrollo de esta arquitectura, el fabricante externaliza tecnologías clave que terminan definiendo sus vehículos en apartados tan clave como su rendimiento, su maniobrabilidad, su seguridad… y que permiten diferenciándolos de la competencia. Este apartado, hasta ahora, siempre ha sido especialmente cuidado por las marcas tradicionales.
Está el reto añadido de la estandarización frente a la personalización. Las marcas se cuidan mucho de diferenciarse y satisfacer lo que sus clientes buscan y esperan de ellos, por lo que deben realizar modificaciones específicas y equilibrar este importante apartado. Es el coste de la estandarización, de la misma forma que ha sucedido en los últimos años con los grandes grupos y sus plataformas modulares. A cambio, eso sí, ganan unos altos estándares de seguridad, gracias al trabajo realizado en este apartado por CATL; un apartado fundamental que las marcas no pueden descuidar.
En el caso de la propuesta de CATL, la Bedrock Chassis, ofrece una amplia autonomía (más de 1.000 kilómetros), sistemas de carga ultrarrápida, sistemas de freno y dirección por cable, suspensión y módulos eléctricos integrados, altos estándares de seguridad contra impactos y contra fugas térmicas, así como la integración de tecnología de conducción autónoma de Nivel 3 y 4.
Fuente | CarNewsChina.com