Opinión: ¿Restricciones al tráfico? Por supuesto que sí

La alta contaminación del aire de Madrid ha obligado al Ayuntamiento a activar el Protocolo de Medidas para Episodios de Alta contaminación. Como no podía ser de otra manera, las medidas que establece este protocolo para tratar de disminuir los niveles de contaminación no han sentado bien a algunos sectores de la población madrileña.

Mucha gente considera estas medidas como una invención del nuevo Ayuntamiento de la capital, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de que el protocolo lleva mucho tiempo vigente, es la primera vez que Madrid tiene restricciones al tráfico. Hasta ahora, no me digáis por qué, nunca lo había hecho.

Este tipo de normativas no son exclusivas del Ayuntamiento de Madrid. Muchas de las grandes ciudades Europeas tienen normas similares, e incluso más restrictivas. Me acuerdo de la zona de bajas emisiones de Londres, por poner un ejemplo. Una zona de bajas emisiones que además, se va a aumentar.

El problema es que la población no está habituada a este tipo de restricciones y ha pagado la novatada. Al menos, el escándalo de las emisiones de Volkswagen parece haber concienciado algo más a los ciudadanos.

Pero lo cierto es que las restricciones al tráfico son necesarias. Los niveles de contaminación superan niveles perjudiciales para la salud humana y es obligación de las administraciones públicas protegernos. Los niños y las personas ancianas son los sectores de la población más afectados. Varios estudios relacionan directamente las altas tasas de contaminación con un mayor número de ingresos hospitalarios.

Es verdad que las medidas no son muy populares, ya que rompen la rutina diaria de la gente. Mucha gente no quiere perder la comodidad de su vehículo particular para moverse por la capital a pesar de que, en numerosas ocasiones, no es la mejor opción. Por supuesto, debe haber un plan de refuerzo en el trasporte público, que sea capaz de absorber a toda esa gente que opte por dejar el coche en casa.

Por otro lado, estas medidas tampoco solucionan el problema de raíz, simplemente lo aplazan para otro día. Porque en caso de no aplicar otro tipo de soluciones, volverá a haber días de alta contaminación. La solución pasa por buscar otras formas de movilidad, como puede ser un transporte público más eficiente y con unos precios más asequibles para la población, implantación de taxis híbridos o eléctricos, el car sharing de vehículos eléctricos, la creación de una zona de bajas emisiones y otras muchas iniciativas que se os puedan ocurrir a vosotros.

Pero mientras no se tomen otro tipo de medias, esta es la única vía. Por eso quiero resaltar el valor del Ayuntamiento de Madrid. Es difícil tomar este tipo de decisiones impopulares. Sería mucho más fácil mirar a otro lado y hacer como si nada pasara. Pero queridos lectores, con la saludad de las personas no se juega.