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A pesar de los fuertes incentivos, los expertos indican que las medidas de Francia para reducir emisiones son insuficientes

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Un grupo de expertos franceses, que forman el Comité de Evaluación y Control de Políticas Públicas, han presentado un interesante informe donde se pone sobre la mesa el problema de las emisiones contaminantes procedentes del transporte. Unas emisiones que han reducido sus cifras menos de lo esperado, a pesar de los incentivos a los vehículos eléctricos, y unas políticas públicas que han catalogado de insuficientes.

Según este informe, el transporte es el causante de principal de la concentración de ciertos contaminantes en Francia, y a pesar de una disminución de las emisiones en los últimos veinte años, este descenso es cada vez más débil. Los vehículos diésel particulares son los causantes del 39% de estas emisiones, seguidos de camiones, 37%, y industriales ligeros diésel, 15%.

Un problema que curiosamente podría agravarse por culpa de las modificaciones de Europa a raíz del descubrimiento del escándalo de emisiones de Volkswagen, que ha provocado un incremento de los límites legales gracias a la presión de los poderosos fabricantes.

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La cuestión es que siempre hemos mirado a Francia como el ejemplo de los programas de incentivos para la adquisición de coches eléctricos. No hay que olvidar que llevan años con programas interrumpidos, otorgando 6.300 euros a la compra de un coche eléctrico, a los que se añaden otros 3.700 euros si se entrega un modelo diésel de 10 o más años.

Pero a pesar de esto, los expertos indican que no es suficiente, y que desde el gobierno se deben poner en marcha nuevas medidas que aceleren la reducción de emisiones contaminantes en las ciudades francesas. Un ejemplo de que la solución no es sólo ayudas, que son una parte muy importante, si no que además hay que añadir otro tipo de regulaciones.

Entre ellas se pone sobre la mesa la limitación de acceso al centro de las ciudades a los modelos con motor de combustión. Unas restricciones que ya se han extendido por 194 ciudades europeas, y que se han convertido en una poderosa herramienta para reducir tráfico, y emisiones.

En Alemania, por ejemplo, las emisiones de partículas y óxidos de nitrógeno se han reducido en un 10% desde el año 2008. Estas áreas también tienen un impacto en las adquisiciones de los consumidores: En Holanda, hay más vehículos de bajas emisiones (Euro 5) que los que no cumplen con esa normativa.

Ayudas al coche eléctrico nuevo, y de ocasión

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El informe también quiere poner sobre la mesa la importancia del coche eléctrico en la lucha por lograr la reducción de emisiones. Un ejemplo lo trasladan a la ciudad de Roma. En la capital italiana una flota formada en un 20% por coches eléctricos lograría una reducción de los peligrosos óxidos de nitrógeno en un 34%, y los monóxidos de carbono un 33%.

El principal problema del coche eléctrico es su elevado precio. La clave para lograr una mejora de su implantación según los redactores de este estudio, es que los gobiernos apoyen con firmeza esta tecnología. Al menos hasta que los fabricantes logren alcanzar un volumen de producción suficiente para alcanzar una economía de escala robusta, y de esa forma rebajar los costes.

Unas ayudas que a pesar de todo, seguirán siendo rentables para las ciudades, que lograrán un beneficio importante en la reducción de emisiones de cada coche eléctrico en la carretera.

Para lograr aumentar las ventas, desde la organización AVERE, se incluye también un apartado pocas veces tratado y de capital importancia. Las ayudas públicas a la compra de coches eléctricos usados. Y s que no podemos olvidar que una importante parte de la población acude a los coches de segunda mano, como una forma de adquisición más económica.

Unos eléctricos que proponen deberían contar con la ayuda de 3.700 euros que ahora mismo entrega el gobierno en forma de Superbonus cuando se retira un coche diésel de más de 10 años al comprar un coche nuevo, y que aplicado a los coches de ocasión sin duda permitiría a un arco de clientes mucho más amplio acceder a la compra de un coche eléctrico.

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Vía | AVERE (francés)

 

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