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Smart Vision EQ ForTwo. Así será el servicio de car sharing del futuro

Con el Smart Vision EQ ForTwo, la marca alemana Daimler muestra una nueva visión de la movilidad urbana y una opción de transporte público local personalizado, flexible y extremadamente eficiente. Un modelo que nos recuerda poderosamente a la propuesta de Google y sus PODS y que permitirá poner en marcha un sistema de transporte autónomo capaz de recoger a sus pasajeros donde estos lo soliciten.

A primera vista el diseño conceptual llama la atención. Daimler ha querido dejar claro que es una propuesta de futuro. Una idea pensada para desarrollar futuras soluciones de transporte que podrán adaptarse a condiciones y escenarios de lo más variado, desde el traslado de personas en zonas urbanas, hasta la más compleja a nivel de costes de mover a la gente en zonas más apartadas. El Smart destaca por su panel frontal y superficies de proyección laterales de gran tamaño permiten personalizar el smart vision EQ fortwo por ejemplo llenando ese espacio con con publicidad que permita aumentar los ingresos.

Al no tener que atender las tareas propias de la conducción, los pasajeros pueden relajarse en un habitáculo pensado por y para os ocupantes. Algo que es posible ya que el vehículo no contará ni con volante ni con pedales, lo que libera una buena cantidad de espacio a pesar del compacto cuerpo del prototipo (2.699mm de largo, 1.720mm de ancho y 1.535 mm de alto).

En este espacio encontramos dos plazas que destacan como todos los coches smart por ofrecer máxima amplitud en el mínimo espacio. El vehículo se comunica a través de una parrilla «black panel» y visualizadores de LED, que sustituyen a los faros y los pilotos traseros. Las ventanillas laterales están revestidas con una lámina especial sobre la que se puede proyectar información desde el interior. En el interior se monta un visualizador «black panel» en la parte delantera para las aplicaciones de la interfaz de usuario.

El smart vision EQ fortwo dispone de una batería de litio con una capacidad de 30 kWh. Cuando no está ocupado, se dirige de manera autónoma a una estación de carga para recargar energía. Alternativamente, los vehículos pueden recargar su batería mediante inducción. Un sistema bidireccional que también permitirá entregar energía eléctrica y descargar así la red a modo de «sistema de baterías en enjambre». smart asume de este modo una función importante en la configuración de la revolución energética.

El smart vision EQ fortwo conecta en red al mismo tiempo y de manera ideal las distintas áreas de competencia de CASE, para facilitar a los usuarios en ciudad una movilidad intuitiva con un nivel máximo de personalización. El acrónimo CASE se deriva de los pilares estratégicos «interconexión en red» (Connected), «conducción autónoma» (Autonomous), «uso flexible» (Shared & Services) y «sistemas de propulsión eléctrica» (Electric).

Por supuesto el sistema de propulsión es eléctrico, aunque de momento no se han confirmado los detalles técnicos que normalmente suelen quedar en un segundo plano en este tipo de desarrollos.

Según la responsable de Smart, Annette Winkler. «El smart vision EQ fortwo es nuestra visión de la movilidad urbana del futuro; es el vehículo más radical concebido para car-sharing: completamente autónomo, altamente comunicativo, afable, sumamente personalizable y, por supuesto, eléctrico. Con el smart vision EQ fortwo queremos dar expresión a los temas que definen la visión de la movilidad del futuro de Mercedes‑Benz Cars dentro de la estrategia CASE».

Car Sharing

Sn duda en el ADN de este desarrollo encontramos la palabra car sharing, pero con una nueva visión del concepto. Como no solo se benefician de ello los usuarios sino también el público en general, cuando en el futuro el «tráfico urbano» se convierta más bien en un «flujo urbano», las ciudades y municipios serán también un grupo objetivo de los futuros conceptos car-sharing de smart. En estos momentos, ya se alquila en algún lugar del mundo un vehículo de la flota car2go cada 1,4 segundos. En la actualidad car2go cuenta con más de 2,6 millones de clientes en todo el mundo y la tendencia va en aumento.

Los últimos estudios realizados predicen que la cifra de usuarios del concepto car-sharing en todo el mundo se quintuplicará hasta 2025 alcanzando los 36,7 millones de personas. car2go es muy popular, entre otras cosas porque hace que el servicio car-sharing resulte espontáneo y flexible gracias al principio de «flota libre». El vehículo no debe recogerse ni devolverse en estaciones preestablecidas, sino que puede alquilarse y depositarse en cualquier lugar dentro del área de operaciones.

Autónomo y conectado

El prototipo smart vision EQ fortwo muestra cómo la conducción autónoma podría hacer en el futuro el car-sharing aún más cómodo, sencillo y rentable. Gracias a la inteligencia colectiva y la conducción autónoma, el smart vision EQ fortwo abre una nueva era del car-sharing: Los usuarios no deben buscar un vehículo libre: el vehículo es el que les encuentra y les recoge en el lugar deseado. Y gracias a la inteligencia colectiva y a las previsiones de demanda que de ella resultan, se encontrará con toda probabilidad en las proximidades. Se elimina el trayecto para llegar hasta el «vehículo alquilado». Los vehículos interconectados entre sí están siempre en marcha. Así aumenta su grado de aprovechamiento y se reducen al mismo tiempo el volumen de tráfico y las zonas de aparcamiento en el entorno urbano.

El smart vision EQ fortwo podrá llamarse mediante un dispositivo móvil. El usuario puede reconocer que se trata de «su» vehículo con ayuda de novedosas opciones de personalización: El «black panel» del frontal (formato: 44 pulgadas/105 x 40 cm) y superficies de proyección laterales de gran tamaño permiten personalizar el smart vision EQ fortwo. Visualizadores de LED en vez de faros muestran tanto los clásicos gráficos de marcha (de deportivo a neutro) como formas similares al ojo mediante las cuales el coche puede comunicarse a un nivel más humano.

También a través de los pilotos traseros es posible emitir información detallada, como advertencias o información sobre el tráfico, además de la representación clásica. La parrilla frontal sirve por un lado para personalizar el vehículo y, por otro, para comunicarse con el entorno (por ejemplo información para los transeúntes al cruzar la calle). Las puertas del prototipo están revestidas con una lámina conmutable. Cuando el vehículo no está ocupado, se puede mostrar información sobre eventos locales, el tiempo, noticias o la hora. La parrilla «black panel» muestra si el smart está ocupado por una o por dos personas.

Quien lo desee, puede además contactar sin compromiso con otros usuarios interesados con ayuda de la función 1+1, que permite compartir el viaje. Los posibles pasajeros son propuestos a partir de sus perfiles previamente definidos y el destino deseado en ese momento, pudiendo aceptarse o rechazarse. En los trayectos compartidos por dos personas se muestran en el visualizador grande del habitáculo los intereses comunes, como los últimos conciertos a los que se ha ido o los deportes que se practican. De este modo, el tiempo libre del que se puede disfrutar gracias a los vehículos de conducción autónoma puede aprovecharse para el intercambio y la interacción entre los ocupantes.

Llegaremos a ver este prototipo en la calle. Es posible que no, pero si su tecnología que evolucionará hasta hacer posible un sistema eléctrico y autónomo que se convertirá en no muchos años en el servicio de car sharing del presente.

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Vía | Daimler

 

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