Hace 9 años Warren Buffett invertía en una empresa desconocida. BYD
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Publicado: 27/09/2017 08:48
Esta semana se cumplirán 9 años desde que el inversor más famoso del mundo, Warren Buffet, puso su dinero en una hasta entonces desconocida empresa. BYD. Un fabricante chino dedicado entonces a la producción de baterías para el sector de la electrónica de consumo, que ahora se ha convertido en una de las principales empresas dentro del mundo del coche eléctrico y el almacenamiento estacionario.
En septiembre de 2007 la empresa de Buffet, MidAmerican Energy, englobada en el gigante Bekshire Hathaway, inyectaba 230 millones de dólares en una compañía cuyas acciones apenas valían 1 dólar la unidad. Unos títulos que este año han crecido un 60%, cotizando a 10 dólares, y que elevan el valor de la inversión de la empresa americana hasta los 1.900 millones de dólares.
Después de los habituales altibajos, las acciones de BYD han entrado en una fase alcista gracias a los movimientos de los diferentes gobiernos, que buscan la fórmula para reducir emisiones. Entre ellos está también China, que ha confirmado trabaja en un proyecto para terminar con las ventas de coches con motor de combustión. Algo que ha beneficiado a empresas como la propia BYD centrada principalmente en la venta de modelos eléctricos.
Hasta julio, BYD ha vendido en China un total de 25.000 coches eléctricos, incluyendo híbridos enchufables. Una cifra que supone un 20% de todo el mercado del gigante asiático. Un mercado que se ha convertido en el centro de atención en cuanto a matriculaciones en todo el mundo, con un crecimiento imparable, y donde BYD está sacando partido a su temprana apuesta.
Un crecimiento ayudado por una oferta cada vez más amplia y variada, impulsada por las generosas ayudas del gobierno de Pekín. Una oferta que permite a los chinos acceder a un total de 75 modelos eléctricos diferentes. Muy por delante de cualquier otro mercado.
Un mercado que el pasado año vendió un total de 500.000 coches eléctricos, mientras que entre enero y agosto de este año se han entregado ya 320.000 unidades, de las cuales un 80% son modelos 100% eléctricos. Un mercado chino que se ha propuesto llegar a las 2 millones de unidades al año para 2020.
Y todo esto a las puertas de la entrada en vigor en 2018 del primer sistema de cuotas de coches eléctricos en el mundo. Un formato que está sobre la mesa en Europa, y que supondrá que a partir del próximo año los fabricantes que trabajen en China tendrán que cumplir con un número mínimo de ventas de modelos híbridos y eléctricos. Algo que se espera sea un nuevo impulso para la oferta, y con ella también se arrastre la demanda.
También hay retos en el horizonte para fabricantes como BYD. Las generosas ayudas públicas, que cubren hasta un 25% del valor de los modelos eléctricos, irá desapareciendo de forma paulatina en los próximos dos años. Unos incentivos claves para reducir un precio de los modelos eléctricos que se coloca muy por encima de los convencionales. Un incremento de precio que tendrá que ser compensado por una economía de escala robusta, y para la que es necesaria contar con un importante número de ventas.
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