Un informe del New York Times publicado el lunes pasado nos trae nuevos datos respecto a los avances que se están produciendo en el desarrollo de la primera autopista solar del mundo, que estará ubicada en la ciudad de Jinan, China. Dicho informe también arroja algunos datos de interés relativos a las ventajas de este tipo de carreteras.
«Debido a que las carreteras atraviesan y rodean las ciudades, la electricidad podría usarse prácticamente al lado de donde se genera. Eso significa que prácticamente no se perderá energía en la transmisión, como puede suceder con los proyectos en lugares remotos. Y los terrenos en realidad están libres, porque de todos modos se necesitan carreteras. Las carreteras deben repavimentarse cada pocos años con un gran coste, por lo que la instalación de paneles solares duraderos podría reducir el precio del mantenimiento».
De acuerdo con el análisis del periódico, este tipo de carreteras podrán incluso modificar la experiencia de conducción: «Las bandas calefactoras eléctricas podrán derretir la nieve que cae sobre ellas. Los diodos LED incrustados en la superficie podrán proporcionar señalización luminosa para dirigir a los conductores a las salidas y alertarlos sobre obras y otros peligros que afecten al tráfico«.
Bloomberg ya informó el pasado mes de abril que la empresa que encabeza el proyecto de la primera autopista solar del mundo, Qilu Transportation, quiere ir más allá de la simple generación de electricidad: «Qilu quiere que las carreteras sean tan inteligentes como los vehículos del futuro. El gobierno dice que el 10% de todos los coches deberían ser completamente autónomos para el año 2030, y Qilu considera que es una oportunidad para disponer de mejores informaciones del tráfico, mapas más precisos, o incluso recarga de las baterías de los vehículos eléctricos en movimiento».
«Las carreteras que hemos estado usando hasta ahora sólo pueden transportar los vehículos que pasan, y son como un producto de primera generación», declara Zhou Yong, gerente general de la empresa. «Estamos trabajando en las generaciones 2.0 y 3.0, trasplantando el cerebro y un sistema nervioso«. Francia abrió la primera carretera de paneles solares del mundo en 2016, y Países Bajos ya había construido un camino para bicicletas con paneles solares varios años antes. Ahora China irá más lejos, apostando por una autopista.
«El proyecto señala las ambiciones respecto a la energía solar de China. El año pasado, el país se convirtió en el principal productor de energía solar del mundo, aumentando su capacidad fotovoltaica a alrededor de 78 GW, y apunta a 105 GW para 2020. Mientras tanto, la ciudad china de Huainan opera el parque solar flotante más grande del mundo, que eventualmente abastecerá de electricidad a 94.000 hogares».
Fuente | The New York Times
