Como hemos podido ver esta semana, Tesla ha logrado cerrar el trimestre alcanzando el objetivo de producir 5.000 Model 3 a la semana. Un hito dentro de la marca que dispara el número de entregas. Pero según algunas fuentes, entre las medidas puestas en marcha para lograrlo se han tomado algunos atajos.
Según el portal Business Insider, Tesla ha eliminado un importante proceso de verificación de las unidades producidas. Este suponía el poner a cada vehículo cobre unos rodillos, y comprobar aspectos como la frenada, el alineamiento de las ruedas, o el rendimiento del motor a elevadas revoluciones. Algo que se ha dejado de hacer en las últimas semanas.
La finalización de estas pruebas se ha realizado a partir del pasado 26 de junio, y de momento no se sabe durante cuánto tiempo estará activa. Un movimiento que claramente buscaba acelerar las entregas para lograr alcanzar el objetivo de producción para el trimestre.
Según un experto de la industria, la prueba de freno y rodillo es una parte fundamental del proceso de fabricación de un coche, y tiene lugar durante la etapa final de su producción. La prueba asegura que las ruedas del automóvil estén perfectamente alineadas, y también verifica los frenos y su función llevando el motor del vehículo hasta ciertas revoluciones, observando cómo reaccionan en las máquinas de diagnóstico.
Desde Tesla se ha indicado que cada coche pasa un riguroso sistema de chequeado de todos sus sistemas antes de ser entregado, incluyendo la frenada. Unas pruebas que se realizan en el circuito del fabricante americano y que deben pasar todas las unidades ensambladas.
Por supuesto las críticas desde dentro de la industria no se han hecho esperar. Algunos indican que esta práctica es arriesgada, ya que es muy complicado que un coche salga perfectamente alineado de fábrica. Por lo que si no se realiza la verificación, es muy posible que aparezcan problemas una vez entregado el vehículo.
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