Esta pasada semana se presentaba el importante proyecto We, que supondrá la puesta en marcha de sistemas de car sharing con coches eléctricos. Este será uno de los nuevos proyectos de una Volkswagen que se ha marcado como objetivo dejar de depender tanto de la venta de coches, para entrar en una era de digitalización donde el negocio estará también en los servicios.
Para ello los alemanes se lanzarán a la compra o inversión en empresas relacionadas con sectores como el car sharing. El propio We será una punta de lanza, ya que sólo en Berlin este contará con una flota de 1.500 unidades del Volkswagen e-Golf cuando se ponga en marcha a principios de 2019, a los que se añadirán otros 500 e-up.
La razón es clara. Las nuevas generaciones no quieren comprarse coche, pero tampoco quieren renunciar a la comodidad de tener uno cuando lo necesiten. Pero pagar sólo por el uso que le vayan a dar. Para los fabricantes esta será además una cantera donde los nuevos clientes pueden experimentar la conducción de un coche eléctrico, y animarles a que este forma parte de su garaje.
Pero el car sharing como decimos será una parte de la nueva estrategia de Volkswagen que destinará un total de 3.500 millones de euros a los próximos proyectos.
Otro objetivo será la conducción autónoma. Una de las principales tendencias tecnológicas del sector, que en pocos años pasará de la ciencia ficción a convertirse en un importante y multimillonario negocio para los involucrados. Es por eso que Volkswagen está intentando hacerse en propiedad con la empresa norteamericana Aurora. Una de las más prometedoras y que está formada por antiguos trabajadores de Tesla y Alphabet.
No será una compra sencilla, ni barata. Sus propietarios quieren mantenerse independientes, lo que no supondrá que si VW quiere entrar, tendrá que soltar una buena cantidad de dinero. Un dinero que servirá para desarrollar los sistemas de conducción autónomos que llevará la futura familia ID, y que comenzarán a llegar en 2020. Pero no será hasta 2025 cuando estos empiecen a montar sistemas de conducción más allá del nivel 3, por lo que Volkswagen tiene tiempo para negociar esta crucial compra.
También podemos recodar la reciente adquisición de la mayoría del accionariado de QuantumScape. Otra startup norteamericana dedicada en este caso al desarrollo de baterías de electrolito sólido. Una compra que allana el camino para terminar el desarrollo de un nuevo tipo de baterías que quiere revolucionar el mercado, y hacerlo en menos de 5 años.
El objetivo es crear un ecosistema que bajo el paraguas del sistema We, permita a los clientes de Volkswagen acceder a una mega-aplicación desde la que hacer una amplia variedad e operaciones. Desde alquilar por minutos un coche, hasta pagar el parking, realizar seguimiento de precios de diferentes productos…y un largo etc que desde el fabricante esperan les permita lograr unos ingresos de 1.000 millones de euros al año para 2025.
Un sistema al que esperan poder sumar 10 millones de usuarios cada año, para crear una estructura digital que indican no tiene ningún otro fabricante, y que diversificará las fuentes de ingresos del fabricante alemán.
Opinión
¿Qué será lo siguiente?. ¿Las posibilidades son enormes. Por ejemplo, seguir el ejemplo de Tesla apostando por las energías renovables y baterías de respaldo, para de esa forma ofrecer a sus clientes un proyecto llave en mano de coche+generación eléctrica en sus viviendas. También con la puesta en marcha de una red de recarga rápida propia abierta a otras marcas, que se pueda convertir en una fuente de ingresos futura que compense la menor afluencia de este tipo de coches a los talleres por temas de mantenimiento.
Otra posibilidad es la creación de una sub-marca con coches eléctricos de bajo coste mediante la compra de una startup, como Sono Motors o Uniti Sweden, e incluso la opción contraria con la creación de una división de lujo 100% eléctrica.
Hagan sus apuestas.
Vía | Autonews
