Después de un proceso algo más largo y complejo de lo esperado para limpiar el terreno, esta semana por fin han comenzado los trabajos de construcción de la Gigafábrica de Tesla en Alemania.
De esta forma el fabricante americano sienta las bases de un proyecto crucial que le permitirá no sólo acercar la producción a uno de sus principales mercados, sino aumentar su capacidad de cara a la expansión de la gama con la llegada del Model Y.
Una instalación que ha pasado por momentos complicados, como con las denuncias por parte de grupos de vecinos y ambientalistas que se quejaban de la destrucción de la arboleda, o el posible consumo de agua por parte de esta gigantesca instalación.
Aunque la batalla continúa, de momento los juzgados han dado la razón al gobierno local y a la propia Tesla, lo que ha permitido que las máquinas arranquen sus primeros trabajos para preparar la estructura que albergará las líneas de producción.
Ubicada en un terreno de 300 hectáreas en el municipio de Grünheide, se espera que la construcción de la Gigafábrica Berlin-Brandenburg termine en julio de 2021, con un inicio de la producción previsto para finales de ese mismo año. La Fase 1 se centrará en la producción del Model Y, con una capacidad objetivo de 10.000 vehículos por semana, y que supondrá la creación durante esta fase de unos 12.000 puestos de trabajo.
La fábrica dispondrá de un «techo solar» y empleará la mayor cantidad de energía de origen renovable posible; además, contará con una estación ferroviaria para facilitar los desplazamientos de los empleados, a lo que se suma una nueva conexión directa con la Autobahn A10, que pagará Tesla, así como otra conexión con la Freienbrink-Nord que será sufragada con fondos públicos.
