Lucid afirma que no sufrirá un «infierno de producción» como el de Tesla, a la que acusa de fabricar coches de baja calidad por una mala planificación

Dentro de unos meses, Lucid comenzará a fabricar su primer vehículo, el espectacular sedán eléctrico Air. Sin embargo, la joven startup quiere evitar a toda costa el llamado «infierno de producción» que experimentó su rival Tesla durante la rampa de lanzamiento del Model S entre 2012 y 2014 y del Model 3 entre 2017 y 2018.

Aparentemente, Lucid ha planificado de forma metódica todo el proceso para sortear las dificultades asociadas a la escalada de la producción. Durante una reciente entrevista, el director ejecutivo de Lucid, Peter Rawlinson, ha declarado que en su momento Tesla no estaba preparada para construir automóviles de calidad.

«¿Por qué presumir de algo que no has hecho bien?», se pregunta el ejecutivo. Rawlinson trabajó durante años para Tesla y fue uno de los responsables técnicos del proyecto WhiteStar, el cual terminó dando lugar al celebrado Model S, vehículo que según su creador se ha visto superado por el Lucid Air (si bien estas declaraciones fueron anteriores a la presentación del nuevo Model S Plaid+).

El vicepresidente de fabricación de Lucid, Peter Hochholdinger, también procede de Tesla, donde desempeñó exactamente la misma labor. Hochholdinger sigue los pasos de Rawlinson a la hora de mostrarse crítico con los problemas experimentados por Tesla durante el «infierno de producción», afirmando que la mala planificación fue el germen de todas las dificultades experimentadas por la compañía.

Lucid planea construir su planta de Arizona de forma escalonada a lo largo de cuatro etapas. «No queremos gastar 1.000 millones de dólares en una fábrica con capacidad para 400.000 unidades y tener todo ese capital inmovilizado», afirma Rawlinson. Durante el primer año de producción Lucid solo planea fabricar 7.000 unidades del Air.

A medida que aumente la producción y se añadan más modelos a la cartera de la marca, se irá expandiendo la capacidad de la factoría. Por ejemplo, para fabricar el SUV Gravity tendrá que completarse la segunda etapa de la construcción. A  finales de la década Lucid debería haber completado las cuatro fases de expansión de la planta.

«Estamos planeando un cosmos productivo donde algunos planean un caos productivo… No me corresponde a mí criticar a Tesla. Pero soy un observador y prácticamente puedo decir que solo hay una compañía de automóviles que tiene un infierno de producción«, afirma Rawlinson, que ya se había mostrado crítico con Tesla en anteriores ocasiones.

Desde la presentación del Air, Lucid ha hecho especial hincapié en que será un modelo de alta calidad capaz de rivalizar contra referentes como el BMW Serie 7 o el Mercedes-Benz Clase S. Sin ir más lejos, recientemente la compañía mostró el funcionamiento de la sección de pintura de su fábrica, una referencia indirecta a las quejas de algunos usuarios por la baja calidad de la pintura de los modelos de Tesla.

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