La transición a los coches eléctricos no debería dejar a nadie atrás

Cuando los residentes mayores o discapacitados de St. Louis, en Missouri, necesitan que los lleven a una cita con el médico, a una clase de informática, a la tienda de comestibles o a algún otro sitio, pueden llamar al Centro de Servicios para Personas Mayores y Jóvenes de Northside (NSYSSC).

Este centro los recogerá en la puerta de su casa, y una vez acabe la jornada, volverán a llevarlos a su casa. La organización sin ánimo de lucro está dirigida por una comunidad de origen africano, y ofrece un promedio de 10000 viajes cada año. Por lo general, los conductores de la organización emplean grandes camionetas blancas, pero a partir de este verano, comenzarán a usar varios Chevrolet Bolt azules.

“Esta es una oportunidad única en la vida de ser parte de algo que cambiará radicalmente la movilidad de las personas,» dice Leon Threat, director ejecutivo de NSYSSC. Threat se refiere a una nueva iniciativa llamada SiLVERS que introducirá coches eléctricos y puntos de recarga en numerosas áreas de St. Louis, a través de organizaciones como la suya.

En breves, un contratista instalará tres estaciones de recarga en las oficinas de NSYSSC en el vecindario de Ville, y la asociación recibirá tres nuevos Bolts para brindar sus servicios a la comunidad. Cuando dichos puntos de recarga no estén ocupadas por los Bolts, las estaciones estarán disponibles para uso público.

Con casi 260 millas de autonomía (unos 420 km), los costes operativos del Bolt son más bajos y más consistentes que los de un vehículo a gasolina, al igual que sus costes de mantenimiento. En conjunto, esto significa que las organizaciones pueden utilizar mejor el tiempo, al no existir el mantenimiento y poder recargar sus coches en su propia oficina.

Estos esfuerzos e iniciativas ayudan a garantizar que «los beneficios de estas nuevas tecnologías no vayan solo a las personas que pueden pagar un Tesla,» dice Kelly Blynn, estratega técnico de vehículos eléctricos en la NRDC. La transición a vehículos eléctricos es una medida importante en la lucha contra la crisis climática, ocupando gran parte de los planes del presidente Biden, cuyo objetivo es alcanzar las cero emisiones netas en 2050. Un esfuerzo de este nivel requiere que todos tengan acceso a estos vehículos y a la infraestructura necesaria para su adopción.

Antes de que los coches eléctricos puedan despegar realmente en una ciudad, deben haber suficientes estaciones de carga. Al mismo tiempo, las ciudades deben ser conscientes de que colocar esta infraestructura en vecindarios y comunidades donde los ingresos económicos son menores puede tener un gran impacto en la calidad de vida de las personas que viven en ellas.

Familiarizar a los residentes con los vehículos eléctricos y hacerlos accesibles también podría alentar a algunas personas a comprar uno en el futuro, algo que los fabricantes deberían tener en cuenta para no atender solo al mercado de coches de lujo.

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Fuente | NRDC