Los coches eléctricos más caros podrán tributar más impuestos en Noruega
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Publicado: 07/10/2021 10:13
Noruega sigue siendo el paraíso de los coches eléctricos, la política fiscal lleva tanto tiempo beneficiándolos que desde 2020 se venden más que los coches convencionales (54% del mercado), y para mediados del año que viene todas las ventas podrían ser así. Es un país que sirve de ejemplo a otros que quieran estimular la electromovilidad: muchos impuestos para los térmicos, pocos para los eléctricos.
Sin embargo, hay voces en Noruega que piden el fin de la barra libre de los impuestos reducidos, especialmente en los modelos más caros. Las pasadas elecciones en Noruega las ganaron partidos de centro-izquierda, cuyos miembros abogan por retirar la exención del 25% del IVA por encima de las 600.000 coronas, unos 60.500 euros, ya que esos vehículos no necesitan rebajas fiscales.
A fin de cuentas, es un dinero que el Estado noruego está dejando de recaudar por coches que son de alta gama o, hablando en plata, de lujo. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, la política de exención del IVA a los coches eléctricos tuvo un coste de 19.200 millones de coronas el año pasado, o en cifras europeas, más de 1.934 millones de euros -y no es un país tan grande-.
«[La exención del IVA] es un subsidio. Y… cuanto más caro es el coche, mayor es ese subsidio».
Svein Roald Hansen, portavoz de política fiscal del partido laborista noruego
Pero las fuerzas políticas que gobernarán el país no pretenden una vuelta brusca a los impuestos normales. Más bien están abogando por gravar con impuestos lo que exceda del límite de las 600.000 coronas, y esa parte es la que tributará al 25%. Por ejemplo, el Porsche Taycan tiene un precio a partir de 777.000 coronas, las primeras 600.000 estarían exentas, 177.000 tributarían al 25%, y el precio se quedaría en 821.250 coronas. En otras palabras, de 78.264 a 82.721 euros el cambio, un incremento muy razonable.
El antes citado portavoz comentó a Reuters que hay ya tanta oferta en el mercado noruego de coches eléctricos que seguirán estando exentos del IVA, que el impuesto no representa un problema, vaya. Solo afectará a una minoría del mercado que opta por coches muy grandes, muy potentes o muy lujosos, no al noruego medio que quiere retirar un vehículo térmico y pasarse a uno eléctrico.
A fin de cuentas, el despliegue de la electromovilidad no es el mismo en las ciudades que en zonas rurales de Noruega, donde el mercado se va animando y cambiando mangueras por enchufes. Por eso, la Asociación Nacional de Vehículos Eléctricos de Noruega considera que no es el momento para tocar la política pro-coches eléctricos. Sea como fuere, algún día Noruega tendrá que ir equilibrando la balanza fiscal, la pregunta es cuándo…