¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

El punto débil del coche eléctrico. En algunas ciudades de China falta electricidad, se desenchufan puntos de recarga e industrias

El cambio climático antropogénico, ese en el que algunos siguen sin creer -pese a la tonelada de evidencias-, está teniendo consecuencias en China muy significativas. Las temperaturas elevadas de forma sostenida durante semanas, y las conscuencias de una fuerte sequía, están impactando en el consumo de energía y la producción, uno sube y la otra baja.

Ante la amenaza de cortes del suministro de electricidad a los consumidores residenciales, las autoridades han solicitado la desconexión temporal de algunas industrias y consumidores industriales. Han resultado afectados los puntos de recarga de algunas redes, como los Supercargadores de Tesla o los intercambiadores de baterías de NIO.

En este último caso, llama la atención una de las soluciones propuestas. En la app de NIO se pidió a quienes pudiesen recargar sus baterías en casa por la noche o en otros puntos de recarga, que se acercasen a las estaciones de intercambio para dejarlas allí cargadas y llevarse otras a medias o con poca carga, para que los conductores de la marca se ayuden unos a otros. Cosas del comunismo 2.0. Perdón, cosas del capitalismo, los que hacen eso son recompensados por NIO y les sale a cuenta.

Supercargadores Tesla
Supercargadores de Tesla

No obstante, el fenómeno no es precisamente novedoso. Precisamente el año pasado, allá por septiembre, los objetivos de cumplimiento de emisiones llevó a la desconexión de centrales térmicas, lo cual provocó una ola de apagones sin precedentes. Es más, la actividad industrial cayó a mínimos desde el estallido de la pandemia de COVID-19 -en China fue un poco antes que en el resto del mundo-. A veces, la energía no se produce al ritmo que se demanda.

Sea como fuere, hay que admitir una realidad incómoda en la era del coche eléctrico. En determinados momentos de sobrecarga de la red o escasez de generación, los puntos de recarga tendrán restricciones de potencia o quedarán desactivados, quedando a expensas de las baterías de respaldo (y si las tienen). De momento no es un problema generalizado ni generalizable, simplemente ha ocurrido de forma puntual.

Pero a los detractores del coche eléctrico les tenemos que recordar que también son poco frecuentes el desabastecimiento en las gasolineras o el racionamiento de combustible, siendo las causas muy diversas (huelgas de transportistas, problemas técnicos o logísticos…) y los efectos son los mismos: una restricción en el uso del vehículo privado. No obstante, un eléctrico que recargue en casa -sobre todo de noche- seguramente pueda saltarse restricciones, porque es cuando la energía no brilla por su ausencia.

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame