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La aceptación de los coches chinos en Europa está aumentando

Hasta hace unos pocos años, los automóviles de origen chino eran vistos por los consumidores europeos como una realidad lejana, una alternativa que no llegaría a consolidarse en nuestro mercado debido a que ni por diseño, ni por tecnología, ni por calidad ni por seguridad podían competir contra los productos de los fabricantes tradicionales.

A pesar de los infructuosos intentos de marcas como Landwind o Qoros de introducirse en el viejo continente hace diez años, no ha sido hasta esta década cuando los grupos chinos han comenzado su ofensiva a gran escala aprovechando la pronta apuesta del país por el coche eléctrico, lo que les ha dado la misma ventaja competitiva que tenían en el pasado las compañías occidentales tras un siglo de dominio en el desarrollo del motor de combustión interna.

Atrás quedan los tiempos en los que los productos de origen chino eran considerados de baja calidad. El gigante asiático fabrica mucho y muy bien, como demuestra el hecho de que reputadas firmas como BMW o Volvo importen algunos de sus modelos desde allí. El mejor ejemplo de esta evolución lo encontramos en la multinacional BYD.

Build Your Dreams lanzó su primer coche eléctrico para el mercado europeo, el monovolumen e6, en el ya lejano 2010. Ahora, la firma china está de regreso con un plan de expansión mucho más ambicioso de la mano de una avanzada gama eléctrica que poco tiene que ver con aquella primera propuesta, que fracasó estrepitosamente.

BYD Dolphin

La industria china controla la cadena de suministro de las baterías de litio

En apenas unos años, BYD se ha erigido como el principal fabricante de automóviles enchufables (BEV+PHEV) del planeta, así como el segundo mayor productor de coches eléctricos puros (BEV) y de baterías tras Tesla y CATL. Como ha ocurrido con otros grupos como Geely o SAIC, el salto adelante experimentado por sus vehículos ha sido impresionante.

De acuerdo con una encuesta realizada por Carwow, esto no ha pasado desapercibido para el público europeo, pues los automóviles de origen chino cada vez tienen una mayor aceptación entre los consumidores. «El hecho de que más de uno de cada tres conductores no se cierre a comprar un automóvil chino muestra cuán rápido cambian las percepciones», explica Philipp Sayler von Amende, director ejecutivo de Carwow Alemania.

Ora Funky Cat

La mayoría de los encuestados siguen dando importancia al país de origen de su coche: para el 19% de los alemanes y el 27% de los británicos es un factor muy importante, mientras que para el 40 y el 39% sigue siendo un aspecto parcialmente decisivo. Sin embargo, al 41% de los germanos y al 34% de los ingleses no les importa el país de procedencia de su vehículo.

Aunque el 20% de los alemanes y el 30% de los británicos asocian los modelos chinos a precios competitivos, el 41 y 37% evitarían estas marcas por motivos políticos. También preocupan la falta de servicio técnico y postventa. «Esperamos hasta diez marcas chinas más en Alemania en los próximos 12 meses. Esto impulsará la competencia, especialmente para los modelos eléctricos. Porque las marcas chinas se están concentrando en los vehículos eléctricos.

En China, tienen la capacidad de procesar y producir baterías y pueden fabricar vehículos eléctricos de alta calidad y largo alcance mucho más baratos que los europeos. Esto debería hacer bajar los precios y aumentar las opciones del mercado, una buena noticia para los conductores alemanes que estén considerando cambiarse a un vehículo eléctrico».

Fuente | ecomento

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