España es, a día de hoy, uno de los países menos desarrollados de Europa en lo que a electromovilidad se refiere. Hay muchos motivos, pero uno de los más importantes es la falta evidente de infraestructuras.
El mercado de vehículos eléctricos avanza con el paso de los meses. Se venden cada vez más coches con este tipo de tecnología, sí, pero no al ritmo que debiera. El informe eReadiness 2022 de Strategy&, consultora estratégica de PwC, es muy claro al respecto.
Si comparamos nuestro país con nuestros vecinos alemanes, como Alemania, Francia, Italia, Suiza… estamos muy rezagados en la carrera por asentar lo que se llama la electromovilidad. El estudio abarca diferentes puntos de vista en forma de barreras. Una de ellas, si no la más importante y la que más frena la expansión del coche eléctrico en España, es la falta de infraestructura de recarga.
Nuestro país es de los menos desarrollados en este sentido, a la par que Italia, muy lejos de países como Noruega y Suiza, y por detrás del resto.
España, muy por detrás de nuestros vecinos europeos
El Plan Integrado de Energía y Clima de nuestro país tiene el objetivo de alcanzar un parque móvil de eléctricos de 3 millones para el año 2030. Según las asociaciones Anfac y Faconauto, para abarcar tal mercado, serían necesarios tener instalados, como mínimo, 340.000 puntos de recarga públicos.
¿Cuántos puntos de carga hay ahora en España? Pues superando por muy poco los 12.000, frente a los casi 42.000 de Alemania, 137.000 de Países Bajos o los casi 30.000 en Francia.
De estos, muy pocos son puntos de recarga rápida, de 150 kW o más: por cada 100.000 vehículos, España los cubre únicamente con 1,3. Según el baremo del informe de Strategy&, 5 significa «muy preparado» y 1 «poco preparado».
«España tiene mucho trabajo que hacer en la próxima década si no quiere seguir a la cola de Europa en la transición hacia la electrificación, especialmente en el ámbito de las inversiones en infraestructuras de carga», afirma el socio responsable de automoción de PwC, Manuel Díaz.
La inversión pública y privada, fundamental
Se necesitan más esfuerzos por partes de todos, administraciones públicas y empresas privadas, para alcanzar los objetivos. Los puntos de recarga rápida son fundamentales para que los conductores vean el vehículo eléctrico como un atractivo para sus viajes diarios, de fines de semana y vacaciones.
Por ejemplo, Repsol está invirtiendo en la Península Ibérica 42,5 millones de euros para instalar 610 puntos de recarga en sus estaciones de servicio, y así abarcar uno cada 50 kilómetros de los principales corredores de España y Portugal.
Muchos de los esfuerzos se centran en cubrir las necesidades de los conductores en los viajes largos. Pero, ¿y en las ciudades? Audi está llevando a cabo una potente iniciativa para crear lo que ellos llaman “charging hub” en el centro de las ciudades.
Ya lo han hecho en Núremberg y Zúrich, y lo acaban de hacer en Berlín. Salzsburgo y Múnich le seguirán antes de que termine este año, con instalaciones preparadas con cuatro o seis puntos de carga rápida con hasta 320 kW de potencia.
Los puntos de recarga rápidos en España
Si miramos a las principales ciudades españolas, las cifras son preocupantes en lo que a puntos de recarga rápida se refieren, sobre todo si se quieren conseguir los objetivos marcados.
Atendiendo al completo mapa de Electromaps, en el término municipal de Madrid existen solo 10 puntos de recarga de 150 kW de potencia o más. En París, por ejemplo, se cuentan más de 60, mientras que en Berlín se cuentan como mínimo 80.
Volviendo a nuestro país, en Barcelona ciudad, apenas encontramos 2 puntos de recarga rápida de más de 150 kW; en Sevilla, 6 puntos de recarga rápidos; 2 en Málaga o en Mérida; sorprendentemente, 13 en Zaragoza, aunque en la actualidad figuran como operativos solo 7 de ellos; y 15 en Burgos capital.
En ciudades como Valencia o Bilbao no nos encontramos con ningún punto de recarga rápido de mínimo 150 kW en sus respectivos cascos urbanos, aunque sí alguno puntual en el extrarradio.
Si ampliamos el mapa y nos fijamos en las provincias o Comunidades Autónomas, los datos mejoran, sí, pero no son cifras nada espectaculares. Por ejemplo, 45 puntos de recarga rápidos en la Comunidad de Madrid o en Cataluña; 26 en Aragón; 57 en Castilla y León; 29 en Galicia; etc.
