En los últimos años, China ha vivido un fuerte crecimiento económico. Algo que ha llevado a millones de personas a dejar atrás sus bicis y dar el salto a los coches. Esto ha traído consigo una gran transformación de unas ciudades atestadas por el tráfico. Pero ahora las empresas han visto una oportunidad de negocio cubrir las necesidades de los que buscan moverse de una forma sencilla, económica y sin los dolores de cabeza de los grandes atascos de la mano de pequeños y súper económicos ciclomotores eléctricos.
Uno de los últimos en llegar es el Zongshen B1. Un modelo que cuenta con un diseño claramente inspirado en la Honda Super Cub, con un aspecto curvo y retro que le otorgan una apariencia muy diferenciadora. Una propuesta que dispone de amortiguadores hidráulicos delanteros y traseros, ruedas de 72 radios, frenos de tambor delanteros y traseros, pantalla digital, puertos de carga USB…etc
Estará disponible en cuatro colores, y los clientes tendrán tres versiones donde elegir, para adaptar la compra a sus necesidades y presupuesto.
La opción más económica es un sencillo modelo dotada de un motor de 1.000 W, que le impulsa hasta una velocidad máxima de 48 km/h, y que se alimenta de una batería de plomo de 60V/20Ah, que le otorgan una autonomía de 45 kilómetros con cada carga. Todo a cambio de un precio que se queda en apenas 5.688 yuanes, o 744 euros al cambio.
La segunda versión da un pequeño salto en cuanto a motor, subiendo hasta los 1.500 W, que le llevan hasta una velocidad máxima de 52 km/h. Esta monta una batería de litio de 60V/26Ah, que le otorgan una autonomía de 58 kilómetros, y que tiene un precio de 8988 yuanes, 1.176 euros.
La tercera alternativa es la tope de gama, que cuenta con el mismo motor de 1.500 W, batería de litio de 60V/40Ah, que le llevan hasta los 90 kilómetros de autonomía, todo con n coste de 11.580 yuanes, o 1.515 euros al cambio.
Una propuesta atractiva en el plano estético, con una variedad de configuraciones mecánicas, y con un precio muy atractivo que permitirá a muchos usuarios electrificar sus desplazamientos de la mano de un modelo retro con el que quiere conquistar a los clientes más jóvenes, pero también a los nostálgicos de los diseños clásicos.
