Coche eléctrico o híbrido enchufable: ¿cuál es mejor para ti?

La oferta de coches eléctricos e híbridos enchufables no para de crecer, y cada vez hay más alternativas. Pero muchos todavía dudan de si comprarse un coche eléctrico puro, o hacer un salto algo más conservador con una opción híbrida enchufable. Os contamos los pros y contras de cada tecnología.

Y es que cada caso es un mundo, y es por eso que una opción puede ser muy válida para una persona, pero no encajar por diferentes razones a otra. Los pros para unos, pueden ser contras para otros, y es por eso que es importante antes de lanzarse a la compra saber los conceptos básicos de cada alternativa.

Coche eléctrico puro o híbrido enchufable

Antes de nada podemos repasar las cifras de ventas de ambas tecnologías en España el pasado año, y donde vemos que los híbridos enchufables han sido mayoría. Han alcanzado las 62.838 unidades, con un crecimiento del 30.4% y una cuota de ventas del 6.6%. Por su parte, los eléctricos puros han logrado matricular 54.431 unidades, con un crecimiento del 73.4% y una cuota de mercado del 5.7%.

Por lo tanto, de momento en España se venden más híbridos enchufables que eléctricos puros, una tendencia que todo hace indicar que este año cambiará a la vista del crecimiento de una y otra tecnología, y también por la llegada de nuevas y muy prometedoras propuestas eléctricas.

Pero, qué diferencias hay entre un eléctrico puro y un híbrido enchufable. Básicamente, con un híbrido enchufable podremos recorrer distancias mayores sin parar, aunque eso si, dependiendo en mayor o menor medida del motor de combustión.

Esta tecnología ha vivido también una importante evolución en los últimos años, y por ejemplo, podemos recordar como el primer modelo enchufable a la venta en nuestro país, el Toyota Prius, contaba con una pequeña batería de apenas 5.2 kWh, que le otorgaban una autonomía de 50 km en modo eléctrico…pero bajo el nefasto ciclo NEDC. La realidad era mucho más pequeña la distancia, situándose entre 20 y 30 km en el mejor de los casos.

Hoy en día podemos encontrar propuestas como el nuevo Volkswagen Golf GTE, con batería de 19.7 kWh y 100 km de autonomía WLTP, lo que le permite recorrer unos 1.000 km sin parar sumando la aportación del sistema gasolina.

También tenemos ejemplos como el chino Wey Coffee 01, del grupo Great Wall, que está a la venta en Europa (y que llegará a España). Un SUV de 4.87 metros de largo dotado de una batería de 39 kWh, que le otorgan una autonomía en modo eléctrico de 146 kilómetros con cada carga. Incluso es de los pocos híbridos enchufables con carga rápida en corriente continua. Un modelo que arranca en los 55.900 euros en Europa.

En cuanto a los coches eléctricos, estos también han evolucionado y según las estadísticas, la autonomía media en 2020 era de 375 kilómetros con cada carga. En 2023 la cifra aumentó hasta los 504 km. Por supuesto, hay propuestas por debajo, pero también muy por encima. Pero cada vez tienen más autonomía, a lo que se suma una red de carga rápida también cada vez más extensa. Algo que debería mitigar el miedo incluso a los más viajeros.

Pero para muchos, una de las cuestiones más importantes es el precio. Un factor que también está evolucionando, pero más a favor de los modelos 100% eléctricos.

Las últimas bajadas de precios de los eléctricos a batería está permitiendo igualar las tarifas de los híbridos enchufables. Como ejemplo, uno de los modelos más competitivos dotado de las dos opciones. el KIA Niro.

En su versión eléctrica, con batería de 64.8 kWh útiles logra una autonomía de 463 km WLTP, y tiene un precio sin financiar según el configurador del fabricante desde 39.550 euros. Por su parte, el Niro híbrido enchufable cuenta con una batería de 11.3 kWh (brutos) y 61 km de autonomía eléctrica bajo el ciclo WLTP, arranca en los 38.638 euros.

Coche eléctrico o híbrido enchufable: ¿Cuáles son los costes?

Compra, combustible, impuestos, seguros, reparaciones, mantenimientos, pérdida de valor: son muchos los factores que entran en juego cuando se trata del coste de un coche. Casi todos los estudios recientes muestran que los coches eléctricos (BEV) y los híbridos enchufables (PHEV) tienen un coste total de propiedad más bajo que los modelos diésel o gasolina.

Los BEV suelen ser, por término medio, un poco más caros en su coste de compra que los híbridos enchufables. Algo que compensan con un menor coste operativo, combustible, mantenimientos… respecto a unos híbridos enchufables que debido a su motor de combustión, están más atados a pasar por el taller de forma periódica.

La conclusión en este apartado es que cada usuario debe valorar diferentes aspectos a la hora de la compra de su coche. A los factores tradicionales como diseño, prestaciones o color, también debe añadir ahora el sistema de propulsión con la mayor variedad hasta el momento.

Además, los eléctricos puros de ofrecer una conducción siempre en modo eléctrico, habitualmente más divertida, silenciosa y limpia. Sumar su menor necesidad de realizar mantenimientos, y que estos suelen ser mucho más sencillos y económicos.

En su contra está que a pesar del aumento de las autonomías, incluso con modelos con entre 300 y 400 km de autonomía real en autovía, es necesario hacer más paradas de las que habitualmente haríamos con un modelo de combustión, y además paradas más largas. En este caso hay que realizar una planificación de cada recorrido. Algo que puede hacer extender los tiempos de cada viaje de forma sustancial. Eso en el mejor de los casos, y que la estación esté en funcionamiento y libre. En caso contrario, la experiencia puede ser más pesada.

En este apartado también incidir en la constante expansión de las redes de carga, cada vez más extensa y cada vez más rápida, lo que a corto y medio plazo supondrá menos tiempos de parada.

Los híbridos enchufables por su parte nos ofrecen autonomías mucho más amplias, y la flexibilidad de una red de repostaje muchísimo más extensa, mejor situada, sumado a los insuperables tiempos de repostaje del motor de combustión. Por lo tanto, los viajes serán exactamente iguales que un modelo diésel o gasolina.

Costes de carga/repostaje

Los costes de repostaje y carga pueden ser enormemente variables, principalmente para los coches eléctricos. Y es que un mismo coche, como un Tesla Model 3, puede pasar de un coste como el que tiene hoy el kWh, con un precio medio en el mercado regulado de 0.19 euros el kWh entre las 20 y las 21 horas, a un precio mínimo de 0.09 euros el kWh, entre las 15 y las 16 horas.

Pero si tenemos que recarga fuera de casa, los propietarios de ese mismo Model 3 tendrán que pagar entre 0.39 y 0.43 euros el kWh en la red de Supercargadores de la propia Tesla, o en torno a los 0.50 euros el kWh en el resto de redes.

Eso se traduce que cargando en las horas más baratas, el Model 3 tendrá un coste de unos 1.53 euros cada 100 km, que suben hasta los 3.23 euros/100km en el tramo doméstico más caro de hoy, que saltan hasta los 6.63 euros en los Supercargadores, y llegando a los 8.5 euros en el resto de redes. Cinco veces más que la opción más económica.

Por su parte, los híbridos enchufables tienen costes muy variables, pudiendo en el día a día cargar en las viviendas al mismo coste que los eléctricos. Pero en sus viajes están supeditados al coste de la gasolina, aunque cada vez son más capaces en su aportación en el modo eléctrico para los primeros kilómetros.

El Ford Kuga, un SUV híbrido enchufable con 88 km de autonomía eléctrica ahora con 10.000 euros de descuento

Podemos pensar en que las gasolineras de bajo coste tienen un precio más bajo que la media, que hoy se coloca en los 1.69 euros el litro de super 95. Pero también hay que tener en cuenta que en las autovías, la presencia de este tipo de gasolineras es mucho menor.

Esto supone que en una gasolinera de bajo coste, con un precio de unos 1.3 euros el litro, y con un consumo medio de unos 6 litros cada 100 km en modo híbrido (ya sin carga en la batería) el coste en las de bajo coste en un viaje sería de unos 7.8 euros cada 100 km, mientras que en el resto de estaciones sería de 9.6 euros/100km.

Por lo tanto, en los viajes largos la diferencia de coste es pequeña entre ambas tecnologías, mientras que en el día a día tampoco habrá grandes diferencias siempre que nos vayamos a mover dentro del arco de autonomía eléctrica de los híbridos enchufables. En caso contrario, la diferencia se dispara en contra de los híbridos.

La conclusión es que entre un eléctrico puro y un híbrido enchufable hay importantes diferencias, con pros y contras en ambas opciones. Por lo tanto, cada cliente debe valorar el conjunto y decidir cuál se adapta mejor a sus necesidades y gustos de conducción.