La tecnología de conducción autónoma está cada vez más presente en los vehículos de nueva generación. Eso sí, todavía no está disponible en sus niveles más altos, algo para lo que todavía queda un largo trecho. De hecho, uno de los inconvenientes de esta tecnología, y que se termina convirtiendo en un «círculo vicioso», es que para su mejor desarrollo debe ser probada en situaciones de tráfico real, algo para lo que se necesitan los pertinentes permisos.
En Estados Unidos, las pruebas de ciertas marcas como Tesla con su FSD están calando más que en otros sitios, especialmente en estados como el de California. Pero, ¿y si se pudiesen realizar las pruebas para mejorar esta tecnología en entornos seguros, rodeados de otros vehículos y lejos de poner en riesgo potencial a otros usuarios? Los circuitos son, sin duda, el mejor sitio para esto.
Así nace el nuevo campeonato de carreras autónomas de Abu Dhabi, una disciplina que se dio a conocer hace unos meses y cuya primera prueba está cada vez más acerca. Se disputará el próximo 27 de abril en Yas Marina, el mismo circuito donde corren los monoplazas de F1: «el primer deporte extremo de Inteligencia Artificial del mundo», se hacen llamar. ¿Quién, concretamente?
Esta nueva serie de carreras se ha llamado Liga Autónoma de Carreras de Abu Dhabi (A2RL) y ha sido concebida por el grupo ASPIRE, encargada de gestionar los programas del Consejo de Investigación de Tecnología Avanzada. Habrá ocho equipos que gestionarán un monoplaza cada uno, construido por Dallara, y que están basados en los que ya se usan en la Súper Fórmula de Japón. Con unos 690 kg de peso, se espera que puedan alcanzar los 300 km/h.
La meta de las carreras de coches autónomos
Más que nunca, la competición servirá como perfecto escenario de pruebas para una tecnología que será protagonista en los vehículos del futuro. Sin embargo, no te pienses que el objetivo detrás de los organizadores es el de desarrollar la tecnología de conducción autónoma como tal para aplicarlo a los coches.
La seguridad es el punto central de investigación y análisis con estas carreras de monoplazas autónomos. «Hemos visto enormes avances en la tecnología de los coches, pero lo que no hemos visto es una disminución sustancial de los accidentes y las muertes en carretera», asegura Tom McCarthy, director ejecutivo de ASPIRE.
«Los vehículos son más seguros cuando chocas, minimizando las consecuencias con zonas de deformación. Pero en lo que nos vamos a enfocar es en evitar el choque en primer lugar. La IA puede cerrar esa brecha, entre el automóvil y el conductor, para lograr resultados más seguros en las carreteras».
En los monoplazas, como te podrás imaginar, no habrá pilotos, y sí ordenadores rodantes donde la Inteligencia Artificial y la programación tomarán el protagonismo. Los monoplazas dispondrán de un enjambre de tecnología para poder captar todo su entorno: 7 cámaras Sony, para una cobertura 360 grados; 4 radares ZF; 3 sensores Lidars y una computadora de alto nivel a bordo.
Se espera que las lecciones aprendidas a través de las carreras se trasladen a los vehículos de producción en el futuro, mejorando los sistemas de asistencia al conductor y la seguridad en general. Pero, ¿cómo funciona la tecnología a bordo de los monoplazas?: «La ‘pila autónoma’ percibe el entorno y envía señales al ordenador. El verdadero desafío para los equipos es programarla para que actúe sobre todas esas señales e indique a los actuadores que controlen el automóvil, fusionar todos los datos disponibles y aprovecharlos para hacer funcionar el monoplaza de forma autónoma», reconoce McCarthy.
Una vez que el vehículo en pista, no se podrá interferir en este, tan solo para darle la orden de parada por motivos de seguridad por parte de los equipos. Serán ocho en total, procedentes de Alemania, Italia, Suiza, Hungría, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes en esta primera temporada. La A2RL aspira también a llegar a otros circuitos en Europa o Asia, así como llegar al público en sus casas gracias a la tecnología de realidad virtual.
«Creemos que los coches del futuro seguirán siendo conducidos por humanos, y que los coches sin conductor o los taxis serán una minoría, al menos en la próxima década o dos. Así que, en el mundo real, no queremos sacar al conductor del coche. Queremos que el conductor esté más seguro», remata el CEO de ASPIRE, que deja en evidencia cuáles son los principales objetivos de este campeonato.
No nos olvidamos tampoco de otras carreras al otro lado del charco con monoplazas similares, esta vez basados en los IndyCar. De estas pruebas en la Indy Autonomous Challenge ya hay vídeos circulando por Internet que muestran de lo que son capaces, tanto para lo bueno como para lo malo.
Fuente | A2RL
