El shock de la invasión rusa de Ucrania, y su impacto en los precios de la electricidad, llevó a miles de alemanes a lanzarse a la búsqueda de una alternativa a un coste del kWh que se disparó de forma exponencial. A pesar de que estos precios han bajado, el impacto ha permanecido y la instalación de paneles solares en lugares como los balcones se ha disparado.
En la actualidad, en Alemania el precio medio del kWh está en los 26 céntimos, mientras que en España en el mercado libre ya hay tarifas de unos 11 céntimos el kWh. Algo que ha motivado que los alemanes hayan seguido apostando fuerte por los paneles solares en los balcones en este 2024.
Según los datos de la Agencia Federal de Redes, actualmente hay en funcionamiento más de 400.000 de los llamados sistemas solares del balcón. Sólo en el primer trimestre de este año se registraron más de 50.000 sistemas.
Pero estas cifras representan una parte del mercado ya que suponen las instalaciones registradas, faltando por contabilizar las no dadas de alta, y que funcionan en formato autoconsumo, así como algunas que están pendientes de registrarse.
A modo de comparación: hace nueve meses, a mediados de 2023, el número de sistemas en funcionamiento rondaba los 230.000. Algo que nos indica que esta alternativa sigue ganando velocidad en el mercado germano.
La mayoría de los sistemas se encuentran en Renania del Norte-Westfalia, con más de 80.000, seguida de Baviera con más de 60.000 y Baja Sajonia con más de 50.000. A principios de abril se reportaban casi 50.000 sistemas en Baden-Württemberg, pero la realidad aquí probablemente sea mayor.
Los analistas esperan que el crecimiento tan fuerte de los últimos meses se frene ligeramente, algo que podría verse compensado por los cambios en la normativa, que facilitan la instalación y el registro de los paneles y que se espera anime a muchos indecisos a dar el paso para instalar placas solares en su piso.
Entre otras medidas, esta normativa estipula que las instalaciones solares de balcón ya no tendrán que informar al operador de la red. En este caso será suficiente la inscripción en el registro de datos de mercado de la Agencia Federal de Redes.
También se pondrá en marcha una medida para que los inquilinos puedan instalar paneles en su vivienda, y donde el propietario o la comunidad de vecinos no podrán negarse en una norma que busca facilitar adaptaciones para la accesibilidad, la movilidad eléctrica, la protección contra robos, las telecomunicaciones, y ahora también la instalación de sistemas solares.
Y es que hasta ahora, la instalación de un dispositivo solar en el balcón suele representar un cambio estructural y requiere el permiso de la mayoría en la junta de propietarios. Para las personas en régimen de alquiler, la instalación requiere además del permiso del propietario, lo que supone una doble dificultad.
¿Vale la pena un sistema solar en el balcón?
Según el Centro del Consumidor de Baja Sajonia, las instalaciones solares en el balcón casi siempre valen la pena, dependiendo de la ubicación y el comportamiento de uso, y la diferencia es el plazo de amortización.
Un ejemplo: un módulo solar enchufable típico mide aproximadamente 1×1,70 metros y tiene una potencia de unos 300 vatios. Si está óptimamente alineado, produce entre 200 y 300 kWh al año; con dos módulos, el doble.
Con 600 vatios y un precio de la electricidad de 26 céntimos el kWh, se podrá lograr un ahorro de unos 180 euros al año, lo que se traduce en que el propietario logrará amortizar su inversión en un plazo de entre 3 y 5 años. Unos dispositivos con una vida útil de más de 20 años.
Además, añadir de nuevo la cuestión de los inquilinos en una vivienda en alquiler, que podrán desmontar el sistema en un futuro si se mudan a un nuevo emplazamiento, por lo que no perderán la inversión realizada.
