China tensa la cuerda y lanza un aviso a sus propios fabricantes: «Detened la expansión por Europa»
A vueltas otra vez con los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos. La tensión comercial entre Pekín y Bruselas aumenta, hasta el punto que el gobierno chino está pidiendo a sus marcas que detengan su expansión por Europa.
5 min. lectura
Publicado: 25/10/2024 10:53
Desde hace un año, momento en el que la Comisión Europea inició su investigación contra las marcas chinas y sus coches eléctricos, las tensiones entre Bruselas y Pekín han ido en aumento. En julio se lanzaron los aranceles adicionales provisionales contra la exportación de este tipo de vehículos, y este mismo mes los países de la UE aprobaron la aplicación de los aranceles definitivos, que ascienden al 45% en el peor de los casos.
Durante estos últimos meses, China ha estado amenazando con tomar sus propias represalias, como las de imponer sus propios aranceles a productos importados desde Europa, como el brandy, la carne de cerdo o, ya en el apartado automovilístico, los coches con grandes motores de combustión. Sin embargo, Pekín quiere ir más allá y ha realizado una petición que puede tensar aún más la cuerda no solo con Europa, sino también entre los propios fabricantes de su país.
Y es que según fuentes anónimas a las que ha accedido Automotive News Europe, el gobierno chino está presionando a sus propios fabricantes para que detengan su expansión por Europa. Concretamente, para que frenen la búsqueda activa de plantas de producción en suelo europeo y la firma de nuevos acuerdos. Al menos mientras se mantengan las negociaciones sobre los aranceles entre Bruselas y Pekín, que no obstante deberían entrar próximamente en vigor para los próximos 5 años.
Por el momento, las presiones del gobierno chino están surtiendo efecto, porque la empresa estatal Dongfeng Motor ya ha detenidos sus planes de levantar fabricar sus coches en Italia. Al parecer, el voto a favor de los aranceles de Italia fue el detonante para el cambio de opinión. Changan, otro fabricante de vehículos estatal, canceló su próximo evento en Milán en el que se iba a presentar para entrar al mercado europeo.
Esta advertencia del gobierno chino parece que no es una orden obligatoria para sus marcas, que por ejemplo en el caso de BYD sigue adelante con sus planes de levantar sus nuevas plantas para coches eléctricos en Hungría y en Turquía. No hay que olvidar tampoco que Chery, ya establecida en Barcelona, ha retrasado un año, hasta octubre del 2025, la producción de sus coches eléctricos en suelo europeo, a la par que evaluará las nuevas necesidades de trabajo a realizar en Europa tras la aplicación de los aranceles.
China y Europa siguen comprometidos a mantener conversaciones para lograr un acuerdo alternativo a los mencionados aranceles. Sin embargo, el gobierno chino también habría tomado estas decisiones por el potencial exceso de capacidad que puedan producir sus marcas en un mercado, el europeo, donde el enfriamiento de la demanda ha frenado los planes de electrificación de todos los fabricantes locales.
El conflicto comercial no hará más que avivarse si las marcas chinas reciben ahora presiones por parte de su gobierno. Y es que a pesar de la irregular entrada de los coches eléctricos en Europa, estos fabricantes pueden entrar en Europa a precios más altos y lograr una mayor rentabilidad que en su país, donde hay instaurada una guerra de precios, con multitud de marcas. Desde el punto de vista comunitario, no cabe duda que supondría un frenazo a las inversiones que tantos países, como la propia Italia o España, buscan de los fabricantes chinos. ¿Otro efecto negativo más para Europa tras los aranceles de la UE?