Este supercargador sobre ruedas puede ser la solución para los coches eléctricos en zonas remotas sin puntos de recarga
Si los coches eléctricos no pueden llegar a lo puntos de recarga, entonces los puntos de recarga irán a los coches eléctricos. Es la filosofía de Yoshi Mobility, una compañía que se ha transformado para dar soporte a vehículos eléctricos.
Yoshi Mobility es una compañía norteamericana que, desde su creación en 2016, se especializó en servir como unidad móvil de soporte para vehículos de combustión. Para que te hagas a una idea de cómo funcionaban, si tenías una flota de vehículos aparcado en un mismo emplazamiento, en lugar de llevarlos uno a uno a repostar, pagabas una cuota mensual y el combustible te lo llevaban a casa, por decirlo de algún modo.
Sin embargo, los tiempos están cambiando y ahora la empresa ha querido dar un giro radical a su enfoque, apostándolo todo para servir como empresa de soporte a los vehículos 100% eléctricos. Su forma de operar y sus soluciones podrían encajar a la perfección a este lado del Atlántico. Ahora, el producto estrella de Yoshi Mobility es una estación de recarga móvil, con supercargador de 240 kW incluido.
La compañía ofrece diferentes servicios, siempre de apoyo a empresas que disponen de flotas de vehículos eléctricos. A partir de ahora tan solo operará en el apartado eléctrico, tras vender sus operaciones de abastecimiento de combustible para flotas a un tercero. Esto incluye la carga de coches eléctricos, así como las inspecciones virtuales de los vehículos de sus socios como Uber, por ejemplo, y las tareas de mantenimiento preventivo en el sitio.
Si los vehículos no pueden llegar a la electricidad para cargarse, Yoshi Mobility lleva la electricidad a los vehículos. Esto es especialmente útil para llevar cargadores rápidos a lugares donde no existe la infraestructura. En Estados Unidos, donde operan, consiguen formalizar sus servicios en apenas 10 días, pudiendo desplazar sus servicios de forma cómoda e instalándolos prácticamente en cualquier lugar. Una gran ventaja, sobre todo teniendo en cuenta los farragosos y lentos procesos burocráticos para instalar puntos de carga fijos.
Por un lado, cuentan con una unidad móvil sobre ruedas que incorpora un cargador rápido de corriente continua de 240 kW, asentado inicialmente sobre un vehículo GM BrightDrop Zevo 600, también 100% eléctrico. Este ‘delivery’ de energía permite añadir 160 kilómetros de autonomía en 10 minutos, en función del modelo. Su otro servicio supone una especie de remolque que funciona como generador y que se entrega «llave en mano» con un cargador a bordo de 120 kW, en el que se pueden cargar hasta dos coches eléctricos a un mismo tiempo y funcionar unas 8 horas de continuo.
La compañía no ha hecho públicos los precios de sus servicios en su página web, si bien su antiguo negocio con los coches de combustible partían de los 40 dólares mensuales. En el caso de su negocio con los coches eléctricos, dedicado a empresas con flotas, fabricantes de equipos originales y operadores de viajes compartidos en todo el país, el precio dependerá de la ubicación y de las necesidades de carga.