Le pedían 15.000 euros por reparar su coche eléctrico y lo arregló el mismo por 100 euros

La reparación de un Tesla Model S en Finlandia se convirtió en un ejemplo de cómo algunos talleres inflan presupuestos por reparaciones sencillas. Algo a lo que no son inmunes los coches eléctricos como este Tesla Model S cuyo propietario descubrió que la avería real costaba apenas cien euros.

Le pedían 15.000 euros por reparar su coche eléctrico y lo arregló el mismo por 100 euros
Tesla Model S del 2016

3 min. lectura

Publicado: 10/12/2025 10:35

La historia ha tenido lugar en Finlandia y debería servir de ejemplo de que algunos quieren hacer el agosto a costa del poco conocimiento que hay sobre los sencillos sistemas de los coches eléctricos con talleres que se tiran de la moto con presupuestos desorbitados, incluso cuando la avería real cuesta cuatro duros.

El protagonista es Joni, un finlandés que decidió arreglar por su cuenta un fallo en el batería de su Tesla Model S… usando un secador de mano.

Todo empezó cuando su Tesla Model S, ya con 9 años y 220.000 kilómetros a sus espaldas, dijo basta. Lo lógico fue acudir a Tesla para pedir un diagnóstico y un presupuesto de reparación. La respuesta, según cuenta el propio Joni, fue un mazazo: 15.000 euros para dejar el coche operativo. Un modelo con la garantía ya agotada.

Le pedían 15.000 euros por reparar su coche eléctrico y lo arregló el mismo por 100 euros

Sin intención de pagar semejante cantidad, Joni decidió tirarse a la piscina. Eso sí, con prudencia. Se empapó de vídeos, guías y tutoriales en internet, siempre recordando que un batería de coche eléctrico no es precisamente un juguete. “Si no sabes lo que haces puedes liarla mucho. No es casualidad que se recomiende que solo profesionales manipulen baterías”, explica.

Con toda la paciencia del mundo desmontó el batería del Model S y, al poco, dio con la raíz del problema. Había entrado humedad en el interior debido a que la tapa que protege la zona de fusibles se había oxidado y acabado rompiéndose. Un fallo tonto… pero con consecuencias.

Ahí llegó la parte ingeniosa: Joni utilizó una secadora de botas para ir eliminando la humedad poco a poco. El proceso duró dos semanas. Después sustituyó juntas, cambió la propia fusible, instaló una válvula de sobrepresión nueva y colocó una tapa de fusibles en acero inoxidable para que no volviera a oxidarse.

La factura final: apenas cien euros en material. Ni comparación con la propuesta inicial de 15.000 euros. Y lo mejor: el coche lleva funcionando sin fallos desde entonces.

Joni reconoce que no todas las averías de baterías son tan sencillas, ni todos los casos permiten una solución casera. También admite que, al no abrir el pack de baterías en sí, no puede asegurarse al 100% de que no quede algo de humedad. Pero su experiencia deja claro algo que muchos usuarios sospechan: no siempre las reparaciones de coches eléctricos valen lo que te quieren cobrar, por lo que ante presupuestos alocados, es mejor pedir varias opiniones.

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