El uso de sistemas a hidrógeno ha estado en la mente de muchos fabricantes en los últimos años. El problema, un coste muy elevado, tamaños considerables de la pila de combustible, y la falta de lugares donde repostar. Algo que parece poco a poco se está logrando superar, y como ejemplo el anuncio del lanzamiento en 2017 del Mercedes GLC F-Cell.
A diferencia de otras propuestas, el GLC F-Cell no lleva sólo una pila de combustible de hidrógeno. La clave de este sistema es juntar un sistema de propulsión eléctrico, una batería y una pila de hidrógeno. Todo junto da como resultado un modelo capaz de moverse sin emisiones, recargar en cualquier enchufe, y además lograr una amplia autonomía con bajos tiempo de recarga.
Según los diseñadores de Mercedes, esta pila de combustible ha logrado una importante reducción de su tamaño. Esta ha sido desarrollada en colaboración con Ford, y ha alcanzado una reducción del 30% respecto a la anterior generación.
El Mercedes GLC F-Cell dispone de una pequeña batería de litio de 9 kWh de capacidad, suficiente según el fabricante para alcanzar una autonomía de 50 kilómetros con cada carga bajo el laxo ciclo europeo NEDC. Una batería que podremos recargar en cualquier toma de corriente.
En os bajos del vehículo encontramos dos depósitos de fibra de carbono, donde se almacena el hidrógeno. En total son 4 kilos los que pueden guardar, suficientes para recorrer unos 450 kilómetros, y que en apenas 3 minutos podremos recuperar mediante una toma de 700 bares.
Lo más importante es que no hablamos de un proyecto a largo plazo, ni de un prototipo. Según el fabricante alemán, el Mercedes GLC F-Cell llegará al mercado en 2017. Eso si, como siempre que hablamos de un modelo que necesita hidrógeno para su funcionamiento, sus ventas se limitarán a las zonas donde cuenten con una mínima infraestructura de repostaje.
Un concepto interesante del que nos falta por conocer aspectos como su precio, posiblemente muy elevado, y sus prestaciones en condiciones reales.
Una presentación durante la cual hemos podido ver algo pocas veces mostrado, como es el coste del repostaje de un modelo a hidrógeno. Una imagen que nos enseña que 0.64 kilos de hidrógeno han costado 5.8 euros. Esto significa que llenar los 4 kilos que tiene este coche costaría unos 36 euros, por lo que teniendo en cuenta los 450 kms que indica tiene de autonomía (NEDC) el coste cada 100 kilómetros en modo a hidrógeno será de unos 8 euros.
Y eso que hablamos del ciclo NEDC, que todos sabemos que su parecido con la realidad es pura coincidencia.
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Vía | Mercedes Blog
