WeRide es una startup china que cuenta entre otros con la inversión de grupos como Renault-Nissan, y que acaba de anunciar el inicio de los trabajos de su flota de taxis autónomos este próximo mes de julio. Unos modelos que trabajarán en las ciudades de Guangzhou y Anqing, que a partir de este verano se convertirán en las primeras urbes del gigante asiático en contar con un servicio comercial de este tipo.
Desde el año pasado, los primeros vehículos ya han estado realizando pruebas de servicios de taxi. Una flota de pruebas que alcanza las 50 unidades que han logrado un éxito lo suficientemente elevado como para dar el siguiente paso.
El objetivo de WeRide es duplicar el número de vehículos este mismo año,llegando a las 100 unidades, y elevar la cifra hasta las 500 unidades para el 2020. Una iniciativa que ha seleccionado a una versión modificada del Nissan LEAF como vehículo, y al que han añadido una serie de sensores y cámaras que le permiten alcanzar un nivel 4 de autonomía.
Desde WeRide son conscientes que de los competidores le llevan ventaja. Iniciativas como Uber o Waymo acumulan más de 16 millones de kilómetros recorridos en sus flotas autónomas en Estados Unidos. Una cifra que desde la compañía china indican podrán compensar en apenas seis meses de trabajo.
Esto nos muestra como la competencia en el segmento de la conducción autónoma se está volviendo cada vez más dura. La clave de todo la tienen los datos que ejecutan los sistemas, así como los algoritmos. Algo que hace que cada vez haya más iniciativas como esta. Y las últimas llegan desde China.
La razón de esto la explica el director ejecutivo de WeRide, que indica que en China es más fácil realizar la recopilación de datos gracias a la legislación que permite a los vehículos poder moverse prácticamente por cualquier lugar. Los costes también son más bajos, y como ejemplo el salario de un conductor que supervise el vehículo en China es una décima parte de su coste en California.
Gracias a estas facilidades, a pesar de llevar poco tiempo en la carretera, los taxis autónomos de WeRide estarán en marcha este verano. Para su uso los clientes simplemente tendrán que conectarse mediante una aplicación en el móvil, solicitar el vehículo, y confirmar el recorrido. El pago se realizará mediante la propia aplicación y sus precios serán exactamente los mismos que los que tienen los taxistas tradicionales de la ciudad. Algo regulado por el gobierno.
Como hemos dicho, de momento en cada coche habrá una persona detrás del volante que tendrá como responsabilidad el controlar que todo funcione correctamente. Pero desde a compañía han indicado que esperan poder eliminar los controladores en dos años, algo a lo que ayudará el despliegue de las redes de datos 5G, que permitirán reducir la latencia de los datos.
Según la consultora McKinsey, se espera que China sea a corto plazo el mercado líder de la conducción autónoma, algo que se deberá a la inversión, la regulación pública, y a tratarse también del mayor mercado mundial del automóvil, y que como vemos avanza de forma imparable para convertirse en una potencia no sólo en movilidad eléctrica, sino también autónoma.
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Fuente | Nikkei