Por primera vez un gran grupo automovilístico ha puesto el dedo sobre la yaga de las etiquetas ambientales de la DGT. Un sistema creado en su momento para facilitar la clasificación de los vehículos por sus emisiones, pero que se ha quedado totalmente obsoleta y falto de una urgente renovación. Algo que hasta ahora se había pedido desde muchos sectores, pero no de forma oficial desde la industria del automóvil.
Esta semana el grupo francés PSA ha roto este silencio. El director de Comunicación y Relaciones Institucionales del grupo PSA en España y Portugal, José Antonio León Capitán, ha indicado en una entrevista que las pegatinas que diferencias a los vehículos deberían distribuirse en función de las emisiones y no de la tecnología que utilicen.
Un sistema que actualmente supone que los coches gasolina anteriores al 2000 y los diésel anteriores a 2006 no tienen pegatina; los gasolina fabricados entre el 2000 y el 2006 y los diésel fabricados entre 2006 y 2014 tienen la pegatina B, y los gasolina fabricados a partir de 2006 y los diésel fabricados a partir de 2014 tienen la pegatina C.
Por otro lado, los mild-hybrid, coches a gas, híbridos convencionales e híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía eléctrica tienen la pegatina ECO, mientras que los híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía eléctrica y los eléctricos puros tienen la pegatina CERO.
De momento desde PSA no se han dado de forma pública cómo tendría que evolucionar el sistema, aunque ya ponen sobre la mesa que no quieren que este sea una transformación demasiado radical ya que el propio directivo del grupo ha indicado que la idea es incentivar la compra de coches eléctricos, híbridos enchufables, pero también con espacio entre las pegatinas a los diésel y gasolina más eficientes.
Como recordamos hace unas semanas se filtró una información, posteriormente desmentida por la DGT, en la que la agencia trabajaba en cambiar el sistema.
El objetivo de la DGT sería endurecer los criterios para acceder a los distintivos más ecológicos, gracias a los cuales los usuarios disfrutan de ciertas ventajas (por ejemplo, acceso a zonas de bajas emisiones, aparcamiento gratuito o rebajado en algunas ciudades, etc). Así, los coches híbridos enchufables pasarían a tener la pegatina ECO en lugar de la CERO, dejando a los coches eléctricos puros como los únicos con el distintivo «por excelencia».
Algo similar ocurrirá con los mild-hybrid o «semi-híbridos»: este tipo de vehículos tiene un sistema de 48 voltios (o a veces incluso de solo 12 voltios) que proporciona una limitada asistencia eléctrica al motor de combustión. Muchos han criticado que este tipo de vehículos puedan disfrutar de la pegatina ECO, pues a la hora de la verdad contaminan de forma similar a un térmico puro. Así, con la nueva reforma los mild-hybrid pasarían a lucir la pegatina C.
Pero como hemos dicho, después de filtrarse la información, la propia DGT salió a la palestra para desmentirla en un rápido movimiento que podría indicarnos que se trataba de un trabajo en fase de preparación que se filtró antes de tiempo.
Lo que está claro es que el actual sistema se ha quedado desactualizado, y necesita una urgente renovación ya que el otorgar etiquetas ECO a los modelos mild hybrid es una verdadera barbaridad. Una medida que se espera no sea retroactiva, lo que supondrá que todos esos modelos híbridos o mild hybrid con estas etiquetas podrán seguir disfrutando de los beneficios de la misma durante su vida útil. Algo que se agravará más y más si la DGT no realiza el cambio de forma rápida y efectiva.
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