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El chollo de la reventa de coches eléctricos subvencionados en Alemania. Os contamos cómo funciona

En ocasiones, las subvenciones públicas no consiguen el objetivo perseguido, pero no solo eso, se traducen en una auténtica pérdida de dinero del contribuyente. Es lo que lleva pasando tiempo en Alemania, donde las subvenciones para la compra de coches eléctricos no están siendo bien utilizadas por miles de personas, aunque no estén haciendo nada ilegal.

El ministro de Economía, Robert Habeck (de Los Verdes), decidió dificultar estas prácticas elevando el periodo mínimo de posesión de un vehículo subvencionado de seis meses a un año. De esta forma será menos interesante deshacerse del vehículo en poco tiempo para su exportación a otro país europeo. El negocio está en que hay una ganancia neta y se puede disfrutar de un coche eléctrico gratuitamente durante meses.

Esto se debe a las diferencias de fiscalidad que hay en Europa. En Alemania, un coche eléctrico solo paga un 19% de IVA, en otros países hay más carga fiscal, como Dinamarca, por el impuesto al lujo. Sale más a cuenta comprar un coche usado de Alemania, dada la pérdida de valor que experimenta en unos meses, que uno completamente nuevo. ¿Quienes pierden en este negocio? Los contribuyentes alemanes, por tirar el dinero, y los de otros países al perder ingresos por impuestos.

En 2021 se exportaron a otros países de la UE más de 30.000 coches eléctricos seminuevos, entre enero y septiembre, con un coste aproximado para las arcas germanas de unos 240 millones de euros a año completo

Por ejemplo, un danés tiene que pagar 55.000 euros por un Tesla Model 3 nuevo, mientras que un alemán se lo puede comprar, con 9.000 euros de ayuda, por casi 20.000 euros menos. Le hemos preguntado a alguien con conocimiento del tema, José de Lorenzo Tabales, más conocido como Un gallego en Múnich (@JdeLorenz en Twitter, y un habitual de esta publicación).

José compró un Tesla Model 3 Standard Range que le fue entregado en junio del año pasado. Le salió a pagar 36.300 euros con la ayuda de 9.000 euros ya incorporada y el extra de la bola de remolque. A los tres meses ya le estaban contactando para vender su coche, el cual tiene que aguantar un mínimo de seis meses. Empezó a hacer cálculos de cuándo tendría que encargar otro Model 3, para que no pasase tiempo entre tener que vender el suyo y tener otro en sus manos.

Sin apurar los tiempos, y tomándoselo con más calma, vendió su Model 3 con 23.000 kilómetros y 10 meses de uso por 40.500 euros, una ganancia de casi 4.000 euros. José nos cuenta que habría ganado aún más, otros 5.000 euros, de haberse esperado un poco más, ya que empezó la guerra en Ucrania, la fábrica de China tuvo que cerrar por un brote de COVID, y los precios subieron. Se quedó con su coche un concesionario danés, a través de un intermediario alemán, con aparentemente poco o ningún interés en el estado del mismo. José lo vendió pintado, pero presentaba algún desperfecto menor.

La sucursal de Tesla en Alemania está al tanto de este mal uso de los recursos públicos del país, poniendo facilidades a los que compran más de un coche para revenderlos: «Hay familias que con garaje y tal los acumulan de dos y tres en tres». Las ayudas se conceden una vez por vehículo, no por titular, y ese es uno de los motivos por los cuales se está abusando de esto.

Incluso hay empresas que ofrecen por contrato la compra del vehículo a los seis meses, por lo que con la ganancia no solo se puede disfrutar del coche y las recargas a coste cero, también se gana un buen dinero. Es el efecto colateral de que los contribuyentes alemanes estén subvencionando los coches a otros europeos, como los daneses, y también de las asimetrías fiscales entre países. «El mercado está ardiendo», comentó José.

Tal es el negocio, que los Model 3 MIC (hechos en China) ni siquiera aparecen anunciados en las páginas Web, se venden antes. Duran muy poco tiempo en manos de los intermediarios. José aprovechó la ocasión para «actualizar» coche por otros 39.300 euros, también con ayudas, y el tiempo apremia para disfrutar de una jugada de estas. El año que viene no solo se exigirá una tenencia de 12 meses, también se reducirán las ayudas en cantidad económica en 2023 (para híbridos enchufables se eliminará), y en 2024 bajarán todavía más.

Y a los que ya hicieron negocio, que les quiten lo bailao: «Aquí se benefician todos. Tesla, el Gobierno sale ganando… el danés se compra un Tesla a un precio razonable, yo tengo coche nuevo cada año, y si hilase muy fino, cada seis meses, […] pero es un poco arriesgado», añadió José. Ahora mismo está esperando a que le entreguen su segundo Model 3, que dejó pagado hace solo unos días, que le ha costado 3.000 euros más que el de 2021 por la subida de precios.

Con hilar fino, José se refiere a que se puede dejar pagado el siguiente coche antes de que vuelvan a subir de precio, pero dejar la entrega en pausa. De esta forma es más fácil reducir a la mínima expresión el tiempo que uno puede estar sin coche desde que entrega el suyo hasta que recibe el nuevo. Y menos mal que las ayudas están condicionadas al precio del coche, cuanto más caro es, menor ayuda se lleva.

En Estados Unidos esto también se ha convertido en un problema, dados los elevados valores de reventa, y algunos fabricantes están exigiendo por contrato una tenencia mínima del vehículo de un año para reducir la especulación. Algunos se han forrado revendiendo coches eléctricos muy exclusivos o de baja producción con una ganancia del 50% al 100%. Aquí, el que no corre, vuela.

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