Ford y Volkswagen dejan caer a Argo AI, la conducción semiautónoma corre más prisa

Hace cinco años apareció una de tantas empresas emergentes con miras en la conducción autónoma, Argo AI. Acabó recibiendo el respaldo de Ford Motor Company, y desde 2019 también de Volkswagen, después de distanciarse de otra empresa del ramo, Aurora. Pues bien, se ha anunciado el final de Argo AI.

Ford ha anotado en sus resultados contable una pérdida neta de 827 millones de dólares. No habían conseguido atraer a más inversores, y la han dejado caer. La prioridad del fabricante del óvalo es mejorar los sistemas semiautónomos de Nivel 2 y Nivel 3, que pueden dar a los conductores de vuelta uno de sus activos más valiosos, el tiempo al volante, porque la automatización está todavía lejos.

La dificultad de hacer que un coche se conduzca completamente solo se compara con la de poner a un hombre en la Luna, algo que parece fuera del alcance de Ford en este momento. Tampoco es la primera vez que una inversión de Ford ha pinchado. Por ejemplo, ya fracasó la iniciativa de Chariot, que pretendía crear microrredes de transporte público a la carta con un sistema parecido al de Blablacar, a base de furgonetas. No resultó rentable.

Los empleados de Argo AI serán reubicados dentro de lo posible en Ford y en Volkswagen, según el perfil de los mismos, y el resto recibirán indemnizaciones y beneficios personales como cobertura sanitaria (ya sabés que en ese sentido, Estados Unidos es muy muy especial). Independientemente de que sigan atados a los fabricantes o no, recibirán algún tipo de compensación.

Lo que ha pasado con esta empresa era algo en cierto modo previsible. Muchos expertos han advertido durante años de la complejidad a nivel software y hardware que supone reemplazar a un conductor humano. Incluso uno de los principales actores en esta industria, Tesla, lleva años diciendo que va a llegar, y cuando se va terminado cada año, pues que otra vez no termina de llegar. Además, hay varias empresas en el ecosistema y no van a sobrevivir todas.

Tanto Ford como Volkswagen inyectaron en Argo cientos de millones de dólares y el beneficio obtenido no está demasiado claro. A corto y medio plazo es mucho más eficaz y rentable tener servicios como BlueCruise, que antes se llamada Active Drive Assist, cobrarlo como una suscripción mensual, y que vaya entrando dinero a la caja para pagar el desarrollo de cosas más complicadas y solucionar fallos.