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Coches eléctricos con baterías más pequeñas, la solución a la escasez de materias primas

Cada vez hay más preocupación porque el crecimiento de la demanda de coches eléctricos provoque una escasez de materiales para dar forma a elementos clave, como las baterías. Sobre todo teniendo en cuenta la fuerte dependencia de China. Ahora, un nuevo informe de Transport & Environment propone algo muy simple para tratar de minimizar los riesgos. Coches eléctricos más pequeños, con baterías también más pequeñas.

Transport & Environment desarrolló tres escenarios en los que pronosticó la evolución de la demanda de litio, níquel, cobalto y manganeso, entre hoy y 2050.

El escenario ‘Business as Usual’ sigue las tendencias de la industria pronosticadas actualmente sobre el tamaño y la química de la batería, y el uso de los coches eléctricos. En este caso, Europa requerirá 200 veces las materias primas para baterías que consumió el año pasado para descarbonizarse por completo en 2050.

El escenario de ‘Innovación acelerada y menos kilómetros’ es uno en el que las baterías son más pequeñas y contienen metales menos críticos, como el cobalto o el níquel, lo que supone un cambio sustancial hacia baterías más pequeñas, y donde además añaden una reducción de los kilómetros recorridos cada año por vehículo.

Una versión mejorada de lo anterior es el escenario de ‘Innovación agresiva y menos kilómetros de automóviles’.

En todos esos escenarios, la demanda de materias primas aumentará, pero el escenario final podría reducir esta demanda de los metales clave, como el litio, níquel, cobalto y manganeso, entre un 36% y un 49%.

Una de las propuestas más efectivas, según el informe, sería apostar por reducir el tamaño de las baterías. Esto nos obligaría a fabricar vehículos más pequeños y ligeros, lo que se traducirá irremediablemente en coches con menor autonomía.

Una posibilidad que de momento nadie, o casi nadie, está siguiente. Según el informe: «Los coches eléctricos más pequeños, al ser más ligeros, serían ideales para los productos químicos que consumen menos recursos, en particular los de iones de sodio, al tiempo que garantizan una autonomía suficiente. Pero mientras los primeros modelos con esta química se venderán en China a partir de 2023 (por ejemplo, el BYD Seagull), no existen planes comerciales en Europa. Es fundamental que las empresas europeas entren en este espacio rápidamente

Para abordar esto, T&E ha pedido una estrategia en toda la UE para forzar un cambio hacia la fabricación de vehículos más pequeños (y, por supuesto, más asequibles), incorporando incentivos fiscales y una política industrial sólida para comercializar productos químicos nuevos que requieran menos recursos.

Julia Poliscanova, directora sénior de cadenas de suministro de vehículos y movilidad de T&E, dijo: «Europa necesita electrificar toda su flota para 2050, pero eso conlleva una demanda creciente de metales para baterías». Si nos tomamos en serio no repetir los errores de la insaciable dependencia del petróleo, entonces la eficiencia de los recursos debe desempeñar un papel importante. En un mundo con limitaciones de oferta, los coches eléctricos más pequeños no son solo una obligación medioambiental, sino una política económica e industrial sólida”.

Opinión

La cuestión es que aunque coches eléctricos más pequeños y con baterías más pequeñas son una solución simple y efectiva, esta parece chocar con los requisitos del gran público. Y es que según han aumentado las autonomías, han aumentado las ventas, y con ellas han bajado los costes de producción. Unas bajadas que de nuevo han impulsado las matriculaciones.

Algo que podría verse interrumpido en caso de apostar de nuevo por coches eléctricos más pequeños, lo que frenaría el ritmo de expansión de la movilidad eléctrica y retrasaría el final del motor de combustión.

Un problema de materiales que puede tratar de minimizarse con apuestas como las cada vez más competitivas celdas de litio-ferrofosfato, así como las nuevas y pujantes baterías de sodio, pero también abordando el problema de una forma más amplia acelerando la puesta en marcha de las instalaciones de reciclaje de las baterías.

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