Esta es la verdadera historia de cómo China ha llegado a liderar el mercado de baterías para coches eléctricos
6 min. lectura
Publicado: 17/10/2023 18:33
Si hablamos de la gran potencia actualmente a nivel de coches eléctricos, estaríamos hablando de China. Es cierto que Tesla es uno de los grandes fabricantes a nivel mundial, sí, pero el país asiático domina en prácticamente todos los apartados. Y uno de ellos es el de las baterías.
Cuando alguien se pregunta del por qué un país como China ha llegado a esta situación de liderazgo absoluto, tenemos que remontarnos a muchos años atrás. Mientras que ahora en la Unión Europea (y Estados Unidos) todo son prisas para ponerse al día y reducir su dependencia de Asia, en China el trabajo comenzó hace mucho tiempo.
Un extracto del libro ‘Climate Capitalism’ de Akshat Rathi, compartido por Automotive News Europe, nos explica perfectamente cómo el gran fabricante de baterías de iones de litio para coches eléctricos, la marca CATL, ha llegado hasta aquí siendo el primero de su clase, y con mucha diferencia respecto a la competencia…
Por poner en contexto, se espera que para 2025 China tenga una capacidad de producción de baterías tres veces mayor que la del resto del mundo combinado, según estimaciones de Bloomberg.
Así se convirtió CATL en líder absoluto de baterías
La firma que tuvo lugar en Alemania a tres bandas entre el gobierno alemán, con Angela Merkel a la cabeza, China y CATL en julio de 2018, y que sentó las bases para la construcción de la primera planta de la firma asiática en Europa (que debe entrar en funcionamiento a finales de este año), fue una anticipada demostración del poderío chino.
Sobre todo, por el país en el que se producía, Alemania, una de las grandes potencias automovilísticas a nivel mundial. Una firma histórica que se produjo gracias al trabajo de CATL en las décadas anteriores, pero también gracias al impulso de la tecnología eléctrico del gobierno chino con sus subsidios estatales. Una demostración también de cómo Europa había dejado a un lado una tecnología que ahora se antoja crucial: las baterías de iones de litio.
La batería como tal, reconocida como «cualquier dispositivo que convierte energía química en energía eléctrica», es un invento que tiene más de 200 años, fruto de la investigación del químico italiano Alessandro Volta en 1799. Aunque a finales del siglo XIX ya hubo baterías (de plomo-ácido) para alimentar los primeros automóviles, no fue hasta la crisis del petróleo de la década de 1970 cuando llegó la batería de iones de litio.
Curiosamente, fue un químico de la industria petrolera, Stalney Whittingham (de la estadounidense Exxon), quien llevó a la invención de la primera batería recargable de iones de litio del mundo. Estados Unidos la inventó y Japón la expandió (y ahora es China quien domina): Sony, en 1992, fue la primera empresa en comercializarla para su cámara Handyman.
Y ahí fue donde nació Amperex Technology Limited (ATL) en 1999, antecesora de lo que es hoy CATL. Primero, con baterías para diferentes dispositivos, cogiendo impulso con la llegada de los smartphones. La adquisición en 2005 por parte de TDK sumó disciplina japonesa a los métodos de trabajo.
Y así hasta que llegó su historia con el coche eléctrico: el primer encargo fue en 2006 por parte de la empresa india Reva. ALT cogió impulso y llevó a cabo una estrategia que rompió moldes en la época, comprando licencias de tecnología de Estados Unidos que les permitirían desarrollar sus nuevos productos. Tras los JJOO de Pekín en 2008, donde ATL impulsó algunos de los autobuses eléctricos de demostración, se creó CATL en 2011 y, junto a los subsidios del gobierno chino, el camino ascendente ya no paró.
Su asociación con BMW a principios de la década pasada subió el listón de exigencias y los estándares de calidad en la marca china. De su alianza salió en 2013 el Zinoro 100% eléctrico, un coche basado en cuanto a diseño en el BMW X1, pero se volvió a subir un escalón más en los métodos de trabajo y ambiciones.
Y así hasta hoy para completar una historia en la que CATL se aprovechó de lo mejor de cada campo y aprendió de cada uno de sus socios para llegar a ser un indiscutible número 1 a nivel mundial. En Europa ya tienen confirmada una segunda planta de producción, en Hungría, mientras que sus miras ya están puestas también en Sudamérica, México y Estados Unidos. Y con las baterías de estado sólido en el horizonte más cercano, veremos si CATL consigue mantener el liderato mundial.
Fuente | Automotive News Europe