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CATL y Stellantis, nuevo acuerdo para suministrar baterías LFP a coches eléctricos fabricados en Europa… y más

Stellantis sigue moviendo  fichas para garantizarse el suministro de materiales clave que le permitan desarrollar con éxito sus estrategias de electrificación en los próximos años. Desde su creación a principios del 2021, varios han sido ya los acuerdos con actores claves del mercado.

Ahora llega uno más, pero no uno cualquiera, ya que la empresa al otro lado del acuerdo es el mayor fabricante mundial de baterías, CATL. El gigante chino ya suministra baterías NCM a algunos de los coches eléctricos de las muchas marcas que tiene Stellantis bajo su paraguas. El nuevo acuerdo apunta, en esta ocasión, hacia las baterías LFP.

Stellantis y CATL han firmado un acuerdo preliminar, un memorando de entendimiento que trae aparejada detrás un trabajo a largo plazo y que podría derivar, según las fuentes de este acuerdo, en una nueva empresa conjunta en el futuro.

Stellantis y CATL sientan las bases de un acuerdo de colaboración para suministrar baterías LFP.

La gran apuesta Stellantis por las baterías LFP

Ya sabíamos que el gigante automovilístico Stellantis tenía en su agenda una apuesta decidida por las baterías LFP: estas, de litio ferrofostato, si bien ofrecen una densidad energética menor que las NCM (níquel, cobalto, manganeso), son más asequibles, seguras y duraderas.

«Necesitamos baterías LFP y las tendremos porque ofrecen una posición competitiva a nivel de costes para fabricar automóviles asequibles para las clases medias», dijo a principios de año Carlos Tavares, CEO del grupo Stellantis, en una clara intención por ofrecer precios más competitivos y mirar a los ojos a marcas chinas como BYD o MG, ya presentes en Europa.

Si bien el FIAT Panda y su hermano gemelo Citroën ë-C3 son los primeros en llevar las nuevas baterías LFP del grupo, estas son de otro suministrador, SVOLT. La idea de Stellantis es llevar las nuevas baterías FLP de CATL a turismos y SUV de tamaño pequeño y mediano: «vehículos eléctricos de alta calidad, duraderos y asequibles», aseguran.

El acuerdo con CATL sienta las bases de un acuerdo importante. Stellantis no rehúye de los socios chinos, sino todo lo contrario. Esta nueva colaboración constará inicialmente del suministro de celdas y módulos de baterías para la producción de coches eléctricos de las marcas de Stellantis en Europa.

El nuevo Citroën ë-C3 ya se ha apuntado a las baterías LFP en su versión más asequible.

Un movimiento que tiene también su lógica en CATL, que cuenta ya con su primera fábrica internacional operando en Turingia (Alemania) y que ya está desarrollando la segunda en Debrecen (Hungría) en colaboración con Mercedes-Benz.

Stellantis, por su parte, está construyendo tres gigafábricas para cubrir sus necesidades de baterías en Francia, Alemania e Italia junto a su empresa conjunta con Mercedes y TotalEnergies, llamada ACC. El acuerdo con CATL explorará nuevas «oportunidades para fortalecer aún más la cadena de valor de las baterías», por lo que no sería descabellado pensar en nuevas gigafábricas conjuntas en el futuro.

Esta es la verdadera historia de cómo China ha llegado a liderar el mercado de baterías para coches eléctricos

Recordemos también que CATL ha apostado fuerte por una nueva batería LFP, llamada Shenxing, que planea tener lista ya para finales de este mismo año. Esta se producirá inicialmente en China, pero se extenderá próximamente a Europa. Debutará en el Avatr 12 de la firma Changan, producto de la empresa conjunta entre el grupo chino y CATL.

Esta batería promete recuperar 400 kilómetros de autonomía en apenas 10 minutos de carga, gracias a un nuevo ánodo de grafito, una nueva formulación de los electrolitos y un nuevo sistema avanzado de gestión de batería, entre otras mejoras.

Fuente | Automotive News Europe

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