La doble apuesta de Ford para hacer realidad los coches eléctricos baratos, si Donald Trump lo permite

Ford está inmerso en el levantamiento de un mega complejo en Michigan que se encargará de fabricar baterías LFP en suelo norteamericano. Se trata de una de las dos partes para conseguir que la marca del óvalo haga frente a las marcas chinas.

La doble apuesta de Ford para hacer realidad los coches eléctricos baratos, si Donald Trump lo permite
Los dos elementos clave que impulsarán a Ford en el mercado de los coches eléctricos.

5 min. lectura

Publicado: 24/06/2025 14:27

En los últimos años, entre idas y venidas de prácticamente todas las marcas de coches occidentales a cuenta del coche eléctrico, podemos decir que Ford ha sido una de las más transparentes, o al menos realistas. Su CEO, Jim Farley, nunca ha negado la enorme ventaja que llevan los fabricantes chinos y siempre ha “admirado”, de alguna forma, el buen hacer en el gigante asiático.

Este reconocimiento de los hechos y de la realidad ha permitido a la marca del óvalo el poner los pies en el suelo y detectar los puntos por los que atacar al mercado en los próximos años. Es cierto que Ford ha retrasado o cancelado algunos de sus planes, como el prometido SUV eléctrico de siete plazas, y ha recurrido a socios externos, como Volkswagen, para lanzar al mercado modelos como el Capri o el Explorer.

Ahora bien, parece que en la marca norteamericana tienen claro el rumbo a tomar. Por un lado, están desarrollando una nueva plataforma eléctrica que permita abaratar costes, hacer más eficientes los procesos de producción y desarrollo, y por qué no, mirar de tú a tú a las marcas chinas. Se espera el estreno de esta nueva arquitectura para el 2027, con una pick-up mediana para el mercado norteamericano.

La doble apuesta de Ford para hacer realidad los coches eléctricos baratos, si Donald Trump lo permite
Ford está cada vez más cerca de empezar a fabricar sus propias baterías LFP en Estados Unidos.

El proyecto “Skunk Works”, que opera de forma independiente en Ford, planea que esta plataforma pueda servir para hasta 8 segmentos diferentes. Podría ser que el de los vehículos urbanos no entre en las quinielas, algo que sin duda daría pie a ver en el futuro el regreso del Fiesta o del Focus en clave eléctrica para Europa. Sin ser nada oficial, este último desarrollo podría ir de la mano en el futuro de la plataforma MEB Entry del Grupo VW, la misma que dará vida a Volkswagen ID.2, Skoda Epiq o CUPRA Raval.

Las baterías LFP, la segunda clave

Se espera que estos coches eléctricos asentados sobre la nueva plataforma monten también una nueva generación de baterías LFP, producidas directamente por Ford. Eso es precisamente de lo que trata el proyecto “BlueOval Battery Park Michigan”, un proyecto de mega fábrica de 180.000 metros cuadrados y 3 mil millones de dólares que ya está en marcha. Será la primera fábrica propiedad de un fabricante norteamericano que producirá celdas de batería de litio ferrofosfato, una tecnología que, como sabemos, está claramente dominada por las marcas chinas.

Curiosamente, las baterías LFP nacieron en Estados Unidos en la década de los 90, pero fueron firmas chinas como CATL o BYD las que las comercializaron, patentaron y desarrollaron de forma masiva. Ahora, Ford recupera de alguna forma esta tecnología al país donde nacieron, pero de la mano precisamente de CATL, fabricante número 1 mundial de baterías. Un nombre que chirría en la Casa Blanca y en el Pentágono, hasta el punto que este último organismo la colocó en su “lista negra” por cuestiones militares.

La doble apuesta de Ford para hacer realidad los coches eléctricos baratos, si Donald Trump lo permite
Ford seguirá apostando por las baterías NCM, pero las LFP serán las que permitan ofrecer coches eléctricos más baratos.

A pesar de la polémica, Ford se ha mantenido firme en su apuesta, considerando que esta es una «oportunidad para que Ford lidere este sector y traiga la tecnología de vuelta al país». Lisa Drake, vicepresidenta del programa de vehículos eléctricos, defendió el movimiento de Ford para obtener dicha licencia y la capacidad de la marca para reducir la dependencia china: «A menudo se oye decir: “China posee el 90% de las materias primas, o que no se puede construir LFP sin materiales chinos'". Estoy aquí para decirles que eso no es cierto, que se puede construir LFP sin minerales críticos chinos. Es muy, muy difícil de lograr, pero nuestro equipo de cadena de suministro en Ford lo logró».

Ford generará unos 1.700 empleos con su nueva planta y, a la espera de datos más oficiales, podría llegar a los 20 GWh de capacidad productiva al año, lo suficiente para alimentar a unos 250.000 vehículos con tamaño de batería medio. Todo esto, claro, si la marca norteamericana no es desprovista de los fondos obtenidos gracias a la Ley IRA lanzada por el ex presidente Joe Biden. La nueva política anti eléctricos de Donald Trump podría ser un escollo importante para las aspiraciones de Ford.

Fuente | InsideEVs

Este artículo trata sobre...

La doble apuesta de Ford para hacer realidad los coches eléctricos baratos, si Donald Trump lo permite