España y su tormenta perfecta: Pocos coches eléctricos, red de carga embrionaria y la luz que más se encarece de toda la Unión Europea
7 min. lectura
Publicado: 20/07/2021 09:00
El crecimiento de la luz respecto a 2020 sobrepasa el 37%, lo que sitúa a España como la nación donde más ha crecido el precio del kilovatio hora de toda la Unión Europea, un producto de primera necesidad indispensable para las familias.
Además son la energía que alimenta al coche eléctrico que se ha convertido para el gobierno la alternativa para ofrecer una movilidad sin emisiones a partir de 2035. Lamentablemente para la transición a una movilidad sostenible y limpia, el precio de la electricidad ha vuelto a marcar un máximo histórico el mes de junio en España, superando los datos de mayo y abril.
Esta situación está provocando un efecto directo en la inflación como muestran los precios del consumo que se sitúan 0.3 puntos por encima de la media comunitaria.
Malas noticias para los coches eléctricos
La lentitud en la puesta en macha del Plan Moves III sigue siento lenta y tediosa para la ciudadanía, que debe enfrentaras a la lenta burocracia por parte de los diferentes gobiernos regionales y la discriminación del sistema establecido según el lugar de residencia.
Esto limita la adopción del coche eléctrico a nivel general dejando a España en el vagón de cola de la adopción de una movilidad limpia y sostenible de la Unión Europea con apenas un 2.89% de cuota de ventas el pasado mes de junio.
El precio de la luz ha experimentado una escalada sin precedentes que sitúa a España como el país de la UE donde más se ha incrementado el precio de este bien de consumo.
Según datos de Eurostat la semana pasada la electricidad era un 37.1% más cara que el año pasado. Esto supone un nuevo varapalo no sólo para la economía doméstica, sino para la adopción del coche eléctrico como medio de transporte económico.
Coche eléctrico caro y luz disparada
Con los precios de los coches eléctricos todavía por encima de los modelos de combustión, lejos de la capacidad económica de buena parte de Europa, se dificulta la transición justo cuando aumentan las restricciones al tráfico de los vehículos más contaminantes. A esto se suma la falta de ayudas claras, fáciles, accesibles y universales para toda la ciudadanía. En medio de todo esto ahora el precio de la energía eléctrica se sitúa a niveles casi prohibitivos.
Si a esto el sumamos una red de carga que sigue cojeando a nivel nacional, donde las compañías que apuestan por el desarrollo de una red capilar sufren innumerables obstáculos por parte de las diferentes administraciones, carreteras, normativas, y distribuidoras de energía. El negocio negocio de la recarga se convierte en una empresa casi utópica reservada para luchadores y sufridores.
Poder instalar un punto de carga en el territorio nacional se ha convertido en una odisea que da para escribir una serie de novelas, protagonizabas por trabas de todo tipo y situaciones surrealistas que rozan la entropía absoluta.
Un cargador de tan sólo 50 kW puede llegar a tardar hasta tres años en hacerse realidad y eso con mucha suerte en la mayoría de ocasiones. Un esfuerzo faraónico para una red que nace corta y poco desarrollada, mientras que el sector demanda potencias superiores a los 150 kW mínimo, para garantizar la rotación rápida de los vehículos y disminuir el tiempo de espera en los cargadores.
La electricidad como bien de lujo
Con la llegada del mes de junio, y coincidiendo con el cambio en la factura de la luz, los datos se han convertido en los más elevados respecto a la serie histórica de España. El mes pasado se marcado el tercer máximo consecutivo desde abril, cuando la inflación eléctrica se disparó hasta el 36,9% tras registrar un 14,6% de marzo.
Según OMIE junio cerró de nuevo como el mes más caro de todo el año, con un coste medio mensual de la energía que se alzó hasta los 83,3 euros el MW/h, un 172% más que los 30,62 que los pagados en junio de 2020.
A pesar de las medidas del Gobierno de España para contener esta subida sin precedentes, la reducción del IVA no parece notarse tanto en el bolsillo de las familias.
Implicaciones sobre el IPC y el coche eléctrico
El Índice de precios al Consumo (IPC), está sufriendo un impacto directo por los altos precios de la electricidad y el transporte en España. Este indicador está en la actualidad tres décimas por encima de la media europea fruto del repunte de precios de los apartados correspondientes a la vivienda, gas, electricidad, agua y otros combustibles.
Todos estos ítems, acumulan un incremento del 10.7% interanual, donde la energía tiene un peso importante.
Además de las repercusiones coyunturales y de la economía doméstica de todos estos incrementos. Para el sector del coche eléctrico la subida de la luz, la falta de acción de las Comunidades Autónomas frente al plan MOVES III, la carencia de una normativa común, clara y concisa a nivel nacional, para favorecer y derribar las barreras existentes para desarrollar una red de carga, influyen a la hora de situar a España lejos del resto de países en cuanto a la movilidad cero emisiones se refiere.
El resultado actual es que mientras que los coches eléctricos ganan cuota de mercado en los principales países europeos; España se descuelga con una participación de apenas el 2,89%.
Relacionadas
- Ventas de coches eléctricos en España: junio 2021. Domina el Tesla Model 3, irrumpe el Dacia Spring
- El coche eléctrico funciona; Disminuyen las emisiones de CO2 de los automóviles en Europa
- Europa propondrá aumentar la reducción de emisiones hasta el 60% en 2030, y llegar al 100% en 2035!!!