No, el FIAT 500 eléctrico no se vendía poco por la falta de demanda, sino por el precio
6 min. lectura
Publicado: 17/07/2024 08:56
Hace unas horas, Olivier Francois, director ejecutivo de FIAT, confirmaba oficialmente el paso atrás que dará la marca italiana con el icónico 500. Después de apostar por la electrificación, las malas ventas de los últimos meses han llevado al grupo italiano a preparar una versión de combustión. Todo según el directivo, por la falta de demanda de la eléctrica a batería.
Así lo ha indicado el Sr. Francois en una entrevista con la revista británica Autocar, donde ha dicho que el nuevo 500 Ibrida de gasolina llegará a principios de 2026 debido a una «adopción más lenta de lo previsto de coches eléctricos en Europa» .
Este giro inesperado llega en un momento donde las marcas están empezando a prepararse para el final de las ventas de coches con motor de combustión, que sucederá mucho antes del plazo marcado por Europa en 2035.
El mercado ya desplazará a los diésel y gasolina de forma orgánica, y para ello los fabricantes están diseñando una gama eléctrica.
El caso del 500 es cuando menos curioso, ya que a diferencia de las primeras generaciones, donde los coches eléctricos eran conversiones de sus variantes gasolina, el modelo italiano será lo contrario, una plataforma diseñada para los eléctricos que acogerá un motor de combustión.
La caía de ventas del 500
La razón de este cambio de rumbo inesperado está en las cada vez peores cifras de ventas del 500 eléctrico.
En 2023, casi dos tercios, el 63%, de las matriculaciones del 500 en Europa fueron variantes gasolina. Francois explicó que la compañía había anticipado que «el mundo se volvería eléctrico más rápido y el coste de la electrificación bajaría más rápido«, pero dice que el impacto de Covid y la escasez de materias primas afectaron significativamente la revolución de los vehículos eléctricos.
Añadió que la compañía «no podía imaginar» que todos los conductores, excepto «los más jóvenes», «darían la espalda» a los coches eléctricos como resultado. «Esta es la realidad. Tenemos que afrontarla», afirmó.
Se estima que, tras la llegada de la versión Ibrida, las ventas de la gama 500 ascenderán a unas 200.000 unidades al año (125.000 combustión y 75.000 eléctricas). Cifras que podemos comparar con las 65.000 unidades vendidas en total el pasado año, cuando no había opción de combustión, o las 180.000 unidades del 2022, entre eléctrica y gasolina.
Por qué no se vende el FIAT 500
Pero la razón de la falta de ventas del 500 eléctrico no tiene que ver con la pérdida de confianza de los consumidores. La razón principal y casi única es el excesivo precio al que ha salido este modelo.
La variante más económica cuenta con un sencillo motor de 70 kW (95 CV) que se alimenta de una batería de 21.3 kWh útiles. Suficiente para lograr una autonomía homologada de 190 km. Todo con un precio desde 29.102 euros.
Unas prestaciones muy básicas que le colocarían, en el aspecto técnico, a la altura de un Dacia Spring que es incluso algo más grande, tiene una mayor autonomía, 225 km WLTP, y cuesta 17.890 euros. Esto son 11.212 euros menos que el FIAT. Distancia insalvable incluso con su diseño o mayores calidades.
La segunda opción es la variante de 42 kWh. Esta además de una batería cuya capacidad da nombre a la versión, aunque realmente son 37.3 kWh de capacidad útil y 331 km de autonomía WLTP, también cuenta con un motor más potente, 87 kW (118 CV) que le permiten disfrutar de unas aceleraciones mucho más vivas. Una versión que eleva su precio hasta los 32.902 euros.
Una cifra que podemos comparar con el Citroen e-C3. Una propuesta con una potencia similar, 113 CV, una batería también de parecida capacidad, 42 kWh, y 326 km WLTP, con carga rápida, y que arranca en los 22.590 euros, o 10.312 euros menos que el FIAT.
Por lo tanto, podemos decir que el FIAT 500 eléctrico no ha fracasado por su propuesta estética, o mecánica, sino por su elevado precio.
Y como ejemplo, lo que ha sucedido en Reino Unido a principios del pasado año, cuando una promoción temporal que descontaba 3.500 euros del precio del 500e disparó el interés de los clientes, que en un mes acumularon más pedidos que en los cinco anteriores combinados.
Un 500 eléctrico que en su versión de acceso no debería superar los 20.000 euros, mientras que la de 42 kWh debería situarse como mucho en la barrera de los 25.000 euros.