A la hora de disfrutar de la conducción y largos recorridos a bordo de un coche eléctrico no siempre tenemos disponible un punto de carga rápido, o tipo wallbox, para recargar nuestro automóvil cero emisiones una vez llegados a nuestro destino, para estos casos el cargador estándar se convierte en un gran aliado.
En nuestros viajes y desplazamientos pude darse la ocasión donde deseemos cargar la batería de nuestro vehículo, pero no dispongamos de la infraestructura necesaria.
Pese a que la red de carga crece día a día en España y establecimientos como restaurantes y hoteles cada vez se dotan de cargadores para satisfacer las necesidades de sus clientes cero emisiones, hay momentos en los que un enchufe doméstico puede marcar la diferencia.
Un gran aliado
En estas ocasiones el cargador portátil, también conocido como estándar por muchos fabricantes, o de emergencia por algunos usuarios, resulta de gran ayuda para conseguir ganar unos kWh extras, aunque sea a baja velocidad.
Este tipo de cargadores que suelen venir incluidos con la compra de todo coche eléctrico, como equipamiento estándar, de ahí su denominación, cuentan con una toma Tipo 2 (Type 2 o Mennekes).
Este extremo se conecta al puerto de carga del coche, teniendo en el otro extremo un enchufe doméstico tipo Shuko, similar al de cualquier electrodoméstico del hogar.
Los cargadores portátiles cuentan con un sistema SAVE, es decir, poseen entre las dos tomas anteriormente mencionadas, un sistema de protección junto con una función de control situado entre el vehículo eléctrico y la clavija, como parte de la caja de control situada en el propio cable.
De esta forma la conexión entre la toma doméstica donde ‘enchufemos’ el cargador y el puerto de carga, existe un sistema que verifica al correcto funcionamiento y evita problemas en la instalación de la vivienda, o ubicación donde se conecte el coche a la hora de recargar.
De hecho, este tipo de cargadores no funcionan si la toma doméstica donde enchufamos el cable no cuenta con toma de tierra, por obvios motivos de seguridad.
Carga lenta pero segura
Estos cargadores no suelen pasar de 12 Amperios, aunque podemos encontrar algunos que llegan a 16A, aunque es recomendable siempre que la toma de corriente a la que conectemos el cargador, cuente con un cableado capaz de aguantar este tipo de potencia durante horas.
Para ver cómo funcionan este tipo de cargadores, hemos hecho una ‘parada de emergencia’ en un punto de carga que pese a tener un wallbox, el conector es un Schuko igual al de cualquier vivienda.
De esta forma hemos podido replicar el proceso de carga, en medio de la noche, al que podemos enfrentarnos cuando visitamos un lugar que carezca de infraestructura adaptada o específica, para los coches eléctricos.